Señor Director:
En estos días, dos líderes políticos han expresado posturas diferentes y hasta contrastantes frente a un mismo asunto: el capitalismo. Por una parte, el Presidente de la República dijo en una entrevista: “una parte de mi quiere derrocar al capitalismo”, pero sin aportar más razonamiento que una expresión de deseo, y sin tampoco insinuar alguna propuesta diferente que pudiera responder a los problemas y anhelos de la sociedad. Por su parte, el expresidente de Polonia y fundador del sindicato Solidaridad, Lech Walesa, sostuvo, también en una entrevista (El Mercurio, 23 de julio), que en el contexto del mundo actual “(…) solo queda el capitalismo (…)”, y dado que “(…) estamos condenados al capitalismo, le debemos hacer correcciones. Hay que mantener el mercado libre y el resto se debe corregir”.
Si se examinan con atención ambos puntos de vista, se puede advertir que la posición del Mandatario chileno pareciera fundarse y autocomplacerse satisfecha en la pura emocionalidad y el voluntarismo; en cierto modo, prescinde o al menos subestima la dinámica de funcionamiento de las sociedades en el mundo global. En tanto, la mirada del ex gobernante polaco envuelve un claro juicio de realidad, una ponderación madura de la situación concreta que vive el mundo, y además procura mostrar un camino posible para no renunciar ni traicionar sus convicciones políticas más profundas en este complejo escenario.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Abogado
