Jovany Campusano terminó exhausto la noche del lunes en el duelo ante Audax Italiano y abandonó la cancha soportando el dolor en su pierna izquierda, una herida más que dejan las verdaderas batallas que sale a ganar el “Chucky” por la banda zurda, vistiendo la roja de Ñublense.
El lateral izquierdo, formado en Deportes La Serena, que el 2015 casi deja el fútbol a raíz de una grave fractura de tibia y peroné, al cabo de las primeras 10 diez fechas, se transformó en el jugador más regular del equipo de Jaime García y en el más alabado por los hinchas del Rojo en redes sociales, por su entrega incansable y conmovedora garra.
“Agradezco el cariño de la gente. Me he sentido muy bien en Chillán, pero siento que no es solo mi esfuerzo, sino que el esfuerzo tremendo que hacen todos mis compañeros con gran compromiso. De toda la gente que trabaja en el club, del cuerpo técnico, que nos dice que salgamos a proponer, buscando el arco rival y asumiendo riesgos, quizá a veces quedando expuestos, pero saliendo a proponer”, reflexiona el “Chucky”, con una tranquilidad y sencillez que contrastan con su vehemencia y estirpe de guerrero que destila en cada balón que lucha o gana para mandarse al ataque.
Campusano ha jugado todos los partidos al igual que Nicolás Vargas, Esteban Carvajal y Mathías Pinto, con quienes forma una columna vertebral que parece inquebrantable.
“El profesor nos pide atacar, que seamos intensos, creo que pasamos por un buen momento futbolístico y se ve en la dinámica”, reflexiona Campusano, quien se dio el lujo de neutralizar a Joaquín Montecinos, el veloz volante derecho de Audax Italiano y uno de sus mejores amigos cuando ambos crecieron en Deportes La Serena.
“No es fácil marcar a los delanteros rápidos de Audax Italiano. A Montecinos lo conozco hace años, somos amigos, prácticamente crecimos juntos en La Serena y pasa por un gran momento”, acota el zurdo que ha sido, en varias ocasiones, elegido en el equipo ideal de las fechas del fútbol chileno y también el jugador del partido.
“Así como juega los partidos, entrena en la semana Jovany”, aporta su entrenador Jaime García, quien lo pidió exclusivamente a fines del 2019 para sumarse al plantel de Ñublense, que jugó la liguilla por el ascenso de la Primera B en Santiago, pero que sólo levantó la copa el 2020.
Los hinchas lo llenan de elogios en las redes sociales y aseguran que su espíritu refleja la garra del chillanejo que se levanta y no claudica.
“Campusano es un jugador al que siempre pediría para ir a la guerra”, grafica el hincha Claudio Triviño.
“Es un jugadorazo que nunca da un balón por perdido y siempre se le ve luchando en la cancha”, aporta Mary Salazar.
“Deberían renovarle contrato antes que a fin de año se lo lleve otro club”, analiza Ignacio Contreras.
“A la selección este crack. Es joven y puede rendir mucho mejor que varios ahí. No le quedaría grande la camiseta”, remata Abraham Zapata, seguidor del Rojo.
El “Chucky” Campusano sueña despierto, pero no despega los pies de la tierra.
“Es el anhelo de todo jugador, llegar a la Selección Chilena. Sería un sueño, pero primero debo seguir rindiendo en Ñublense”, sentencia Jovany, quien, tras el partido, y confirmando su resistencia física, viajó de inmediato, durante casi toda la noche, a su natal La Serena, para compartir unos días de asueto con su familia, la que lo levantó cuando parecía todo perdido.
El merecido descanso del “Guerrero”.