A partir de las 23:59 horas del sábado 4 de septiembre los habitantes del territorio nacional -a excepción de Magallanes y la Antártica Chilena- deberán adelantar sus relojes en una hora, dando inicio al horario de verano (UTC -3), que durará siete meses, es decir, hasta el primer sábado de abril del 2022.
En la ocasión, el seremi de Energía, Manuel Cofré, señaló que “el horario de verano facilita las actividades familiares, sociales y recreativas en las tardes. Sin embargo, producto de la situación del Coronavirus, el llamado para las comunas que pasan a las distintas etapas del Plan Paso a Paso, es ir retomando nuestras actividades, pero siempre con máxima responsabilidad en el auto cuidado como uso de mascarillas, el distanciamiento social, lavado de manos, utilización de alcohol gel, entre otras”.
Asimismo, agregó que “el régimen horario, de invierno y verano, nos permite aprovechar lo más posible la luz natural del sol a lo largo del año. Esto tiene beneficios directos en nuestra salud y presupuesto. Nuestro cuerpo está diseñado para trabajar mejor con luz natural, favoreciendo la salud, la concentración y nuestro desempeño”.
Es importante destacar que la evidencia científica ha demostrado que iniciar las actividades diarias sin luz natural tiene un efecto negativo sobre la salud, la concentración y el desempeño de las personas, especialmente en niños y adolescentes, quienes por su ciclo biológico de crecimiento despiertan naturalmente más tarde que los adultos, y requieren de luz natural para un mejor aprendizaje.