Señor Director:
El cambio de gabinete de este martes dejó sentadas las bases de lo que será el último tercio del actual gobierno. Se da un giro radical hacia los principales partidos de ChileVamos, como son RN y la UDI, en desmedro de Evopoli, que pese a ser el único partido cuadrado con el Presidente Piñera, es el más golpeado con esta reestructuración. Este mismo cambio, muestra también un giro bastante marcado hacia la derecha tradicional. Se trata de un gabinete que no apoya una nueva Constitución y que se opuso al retiro del 10% de las AFP. Sin ir más lejos, el ministro Víctor Pérez, es un UDI de los duros y Andrés Allamand, representa a los más extremos dentro de RN, quizá sólo superado por Carlos Larraín. A su vez, logran dejar a Desbordes en un Ministerio que lo anula en su rol de diputado “díscolo”. Si se mira desde ChileVamos es un muy buen cambio de gabinete, entran políticos históricos que alinearán a sus partidos. No obstante, para la oposición también es bueno, porque concentrarán sus disputas en la Moneda y no en el parlamento. En tanto que para los alcaldes, figuras claves en este último período, es muy malo, porque nuevamente no han sido considerados. Para la ciudadanía es aún peor, porque sacan cuatro parlamentarios que han sido claves en las últimas discusiones y los ubican en la Moneda.
Cuatro representantes elegidos que abandonan a sus votantes para asumir nuevos cargos. Emblemático es el caso de Andrés Allamand que, por segunda vez, renuncia al Senado para ocupar un cargo ministerial. Ya zanjada las dudas sobre el gabinete, ahora, las apuestas están en quienes serán los reemplazantes que asumirán en el parlamento. Si tendrán un perfil más dialogante, como Desbordes y Bellolio o representarán la corriente más dura de la derecha que caracterizada por Pérez y Allamand.
Felipe Vergara
Analista Político, UNAB