El robo a kioscos de la ciudad se ha transformado en un delito persistente, cíclico y complejo de terminar, siendo la semana reciente uno de esos periodos críticos para sus dueños.
Por esta razón, se recibió con algo de alivio la noticia que en la madrugada de ayer, Carabineros detuvo a una banda que fue captada por las cámaras de televigilancia, en momentos en que estaban forzando la puerta de uno, ubicado cerca del mercado chillanejo.
“Con el apagón y el toque de queda, me asusté y dije, ahh, éstos van a salir con todo esta noche. Menos mal que llegó la luz”, comentó Antonio Esobar, dueño del kiosco de calle El Roble esquina 5 de Abril.
Conforme a su relato, “son los cigarrillos lo que andan buscando, porque eso lo venden rápido. Se de locales de barrios que les compran cigarrillos a estas personas, pero no le compran confites o bebidas, así que eso no les interesa. Yo desde que dejé de vender cigarros, no me entraron nunca más”.
Rosario Vera, dueña de un kiosco del Paseo Arauco, comentó que “a nosotros nos trataron de entrar anoche (madrugada del lunes), nos quebraron un vidrio y trataron de entrar por el techo, pero no pudieron porque tenemos alarmas y protecciones adicionales, pero el resto de la semana, les entraron a todos los otros kiosqueros del Paseo”.
Este fenómeno, lamentablemente, se arrastra desde hace años, “a veces paran, seguramente para que nosotros nos volvamos a surtir. Pasan mirando, preguntando si hay cigarrillos y vuelven a atacar”, explican.
Cámaras de televigilancia
Fueron los operadores de las cámaras de televigilancia de la Municipalidad de Chillán quienes advirtieron el momento en que esta pandilla actuaba, dando inmediato aviso al personal del Cuadrante 1.
El director de Seguridad Pública Municipal, Lautaro Arias, dijo que durante la madrugada “se percatan de cuatro individuos descienden de un automóvil color blanco, en actitudes sospechosas, se dirigen a un kiosco ubicado en la Plaza Sargento Aldea, por calle Maipón”.
Conforme a las imágenes, intentaron abrir la puerta “con una herramienta conocida como diablo. Llegaron dispositivos policiales, logrando la detención de los sospechosos, los que no lograron abrir el kiosco. La patente del vehículo estaba adulterada”.
Arias, destacó que “se procedió a extraer las grabaciones de las cámaras para ser entregadas al Ministerio Público.
Por lo demás, “mientras se realizaba control de identidad, encontraron entre sus vestimentas un arma de fuego, motivo por el cual fue reducido. Se solicitó la cooperación de otro dispositivo policial para posteriormente ser conducido a la Segunda Comisaría, puesto a disposición del Ministerio Público”, destacó Arias.
