La Municipalidad de Chillán anunció que ya comenzarán las primeras dos intervenciones urbanas, destinadas a recuperar espacios abandonados, convertidos en microbasurales o en focos delictuales, para transformarlos en espacios verdes y de esparcimiento vecinal.
Fue a través de su departamento de Seguridad Municipal que se adelantó que los primeros dos puntos que serán parte de este proyecto, enmarcado en el programa nacional Pan Calles Sin Violencia,del que Chillán es parte, serán las esquinas de calle O’Brien con Covadonga en la población Wicker; y en el predio ubicado frente a la sede La Castilla de la Universidad del Biobío, en la población Vicente Pérez Rosales.
El alcalde Camilo Benavente, destacó que, en el caso de Chillán, las propuestas de Calles Sin Violencia de la entidad edilicia estarán ligadas a las líneas de “aumento de patrullajes y presencia policial” y “Prevención y espacios público”, que son las áreas en las que la municipalidad administrativa y legalmente puede intervenir”.
La municipalidad, destacó, “ya trabaja en generar los proyectos que serán presentados para obtener el financiamiento que provendrá de la Subdere, a través de la línea PMU, Programa de Mejoramiento Urbano”.
“En este sentido, ya estamos trabajando con nuestros equipos de planificación y también de Aseo y Ornato, para poder identificar cuáles son los lugares que queremos recuperar en términos de que cumplan ciertas condiciones, como que sean microbasurales o áreas postergadas y que han sido solicitadas por vecinos como de desarrollo vecinal”.
Además, resaltó, que el trabajo para identificar los sectores, ya está prácticamente terminado y durante la próxima semana nos reuniremos internamente para analizar la cartera de siete proyectos que presentaremos”.
Otros detalles de estas intervenciones fueron entregados por la directora de Seguridad Municipal, Alejandra Martínez, quien explicó que “cada proyecto tiene un proceso de consulta para que sean los vecinos quienes puedan plantear qué tipo de equipamiento requieren”.
De esta manera, aunque la constante siempre son las luminarias, las podas y la televigilancia, “hay solicitudes particulares, mientras en algunos barrios nos han pedido, por ejemplo, que les instalemos juegos infantiles, en otros, como el caso de la población Wicker, nos pidieron un espacio para adultos mayores, con paseos, una pérgola y ese tipo de equipamiento”, añadió.
Se espera que sean un total de 10 los puntos a intervenir.