Buscan solucionar problemas de inestabilidad en canales de riego de Ñuble
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Con una ceremonia realizada en el Teatro Municipal de la comuna de Bulnes y organizada por el Gobierno Regional de Ñuble junto a la Universidad del Bío-Bío, se realizó el lanzamiento del proyecto “Estabilización física de canales mediante TES”, iniciativa que será ejecutada por la casa de estudios en dos años y financiada por el GORE a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC).
El proyecto UBB tiene por objetivo solucionar problemas de inestabilidad de suelo naturales o artificiales para evitar filtraciones, ensanchamientos y socavación local en los canales de riesgo de la región de Ñuble, basado en el desarrollo tecnológico de un nuevo producto endurecedor de suelos (TES), y con el propósito de asegurar el suministro de agua hacia los predios de riego y disminuir su costo de mantenimiento, explicó el académico del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Facultad de Ingeniería, Dr. Luis Santana Oyarzo, líder del equipo UBB.
El académico sostuvo que la “Tecnología de endurecimiento de suelos (TES) está basada en una formulación química, bajo patente de invención INAPI Número registro 64703 (solicitud INAPI2019-191), que emplean reactivos químicos de bajo costo, no explosivos, no tóxicos, amigable al medio ambiente y es factible de obtener a base de reactivos commodities. Con una aplicación sencilla y un equipamiento para su aplicación de uso común en la construcción, dependerá del volumen del suelo a endurecer”.
Para suelos arenosos, agregó el docente UBB, su aplicación puede realizarse mediante un pulverizador. “La tecnología de endurecimiento de suelo presenta un TLR5, probado principalmente en suelos arenosos, tiene como principal característica al endurecer, el aumento de la resistencia mecánica y cohesión, con un comportamiento similar a un sólido. Este puede adquirir la forma que se desee, según el lugar a disponer, generando buena adherencia con el suelo subyacente. Una vez endurecido no hay diferencia observable con el suelo original”.
La actividad silvoagropecuaria es predominante en la Región del Ñuble, enfatizó el ingeniero Luis Santana, y por ende el aseguramiento de la disponibilidad de agua para riego a nivel predial es fundamental para la producción agrícola. “La Junta de Vigilancia del Rio Diguillín (JVRD) es una organización de usuarios de aguas relevante a nivel regional administrando alrededor del 30 % del caudal total de riego regional, a través de una red de canales (primarias, secundarias y terciarias) cercana a los 3.000 Km, constituidas de 41 canales de riego, distribuidos en 36 bocatomas a lo largo del Rio Diguillín, atendiendo a 3007 usuarios (70% hombres y 30% mujeres). Solo los canales troncales se encuentran revestidos y están concentrados en 18 canales con más del 99 % de la red de canales sin revestir, cifra baja respecto a la red de riego de otras cuencas, como las del río Itata y Biobío”.
Precisamente, destacó, algunos de los principales problemas que están asociados al suministro de agua a nivel predial, consisten en; Una pérdida de la geometría de la sección del canal (ensanchamiento, socavación general, erosión de riberas), pérdida de agua por filtraciones a lo largo del canal, en algunos canales con pérdida hasta 40% de caudal en 3 km de longitud, y la degradación del lecho del canal en zonas erodables y agradación del lecho en zonas sedimentables, producto de socavación general o proliferación de pasto acuático, costo de limpieza variables por canal, abarca 50 -70% de la extensión del canal troncal, entre otros.
Con este proyecto UBB, manifestó el académico de la Facultad de Ingeniería, existe una gran oportunidad de validar un sistema integral de estabilización de los canales de riego mediante la incorporación de un producto estabilizador de suelos, simple y confiable al mercado de la infraestructura agrícola, como una mejor alternativa para estabilizar físicamente los canales de riego.
Además, “se debe tener en cuenta que se puede utilizar el mismo material que constituye al canal, evitando el transporte de nuevos materiales a la zona de construcción o reparación del mismo, lo que permite reducir los costos de manera importante y ser una alternativa competitiva frente a otras soluciones del mercado. La otra oportunidad que genera la instancia de desarrollo de este proyecto, que va en consonancia con ser un oferente para el mercado, es la factibilidad de certificar la tecnología de endurecimiento de suelos bajo los estándares que exige el Ministerio de Obras Públicas (MOP) para este tipo de obras civiles y otras relacionadas”.