Señor Director:
El gran desafío de la presente reforma previsional es cómo mejorar las pensiones de quienes efectivamente cotizaron en el tiempo, pues todos los esfuerzos anteriores estuvieron dirigidos mayoritariamente para quienes nunca cotizaron -vía pensiones solidarias-, donde la pensión garantizada universal vino a rectificar los beneficiario del pilar solidario, integrando a las pensiones contributivas de la clase media.
Un bono por año cotizado, como lo establece la reforma previsional del Gobierno, de 0,1 UF por año cotizado con un tope de 30 años o de 3 UF, es una justa retribución para quienes hicieron un esfuerzo para su vejez, pero el problema es que el Gobierno quiere financiarlo a partir de las cotizaciones de los trabajadores activos, lo cual paradójicamente desincentiva la cotización formal.
Destinar el 6% de cotización adicional a la cuenta individual del trabajador y financiar el bono por año cotizado vía impuestos generales, es el camino que efectivamente es capaz de alinear el esfuerzo con la retribución, es decir el esfuerzo de cotizar con la pensión.
Eduardo Jerez Sanhueza