Señor Director:
Con la llegada de la pandemia y la pérdida de empleos, cabe preguntarse si el Bono Clase Media ha sido eficaz para enfrentar las consecuencias económicas del COVID-19. En primer lugar, toda persona con ingresos formales entre $408.000 y $2.000.000, que hubiese experimentado una caída en sus ingresos de al menos un 20%, podía acceder al beneficio y así amortiguar la pérdida del trabajo, reducción de sueldo, problemas de salud, etc. Sin embargo, el sistema de registro se tornó un factor clave, ya que se esperaba que el Servicio de Impuestos Internos contara con los datos necesarios para asignar el beneficio; en la práctica, 1 de 4 postulantes que recibieron el bono no cumplía con los requisitos, lo que obligó a su devolución.
A pesar de este problema, el Banco Central en su Informe de Política Monetaria de junio, señala que, en el primer trimestre, el consumo privado creció casi 5% anual, con un aumento del gasto privado cercano a 50%. Asimismo, el Informe señala que iniciativas como el bono clase media harán que el crecimiento del gasto fiscal llegue a cifras en torno al 25% nominal en 2021, lo que llevará a exceder significativamente el déficit estructural programado para el año.
Es fácil concluir que el bono clase media ha sido eficaz para enfrentar las consecuencias de la pandemia, pero sólo servirá en el corto plazo, pues un gasto así no se puede mantener en el tiempo.
Micaela Paolini
Estudiante Ingeniería Comercial, Universidad de Chile