Share This Article
Señor Director:
En un contexto donde la inflación impacta con fuerza las economías de Latinoamérica, el bitcoin y las stablecoins se presentan como dos alternativas con enfoques distintos y complementarios en la lucha contra la pérdida constante de poder adquisitivo. ¿Cómo y por qué estas herramientas digitales pueden funcionar como aliadas en tiempos de incertidumbre económica?
Revisemos primero el bitcoin, conocido popularmente como “oro digital” por su potencial para actuar como un activo refugio en tiempos de crisis financiera. A diferencia de las monedas fiduciarias estatales -como el peso chileno, dólar o euro-, que pueden devaluarse rápidamente debido a políticas monetarias expansivas y mala gestión política, tienen un suministro limitado e inmutable de 21 millones de unidades divididos en 8 decimales, que puede protegerlo contra la inflación o la confiscación.
En países donde las tasas de inflación han alcanzado niveles críticos, el bitcoin ha ganado popularidad no solo como una forma de inversión, sino también como un medio de intercambio.
Por otro lado, las stablecoins ofrecen otra utilidad en la lucha contra la inflación. Estas criptomonedas están vinculadas a activos “estables” como el dólar estadounidense, el euro, o incluso el oro, lo que les permite mantener una paridad constante con respecto a estos activos financieros. Esto las convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan evitar la volatilidad típica de las criptomonedas como bitcoin, pero que aún desean disfrutar de los beneficios de la tecnología, como la rapidez en las transacciones, independencia de terceros y la reducción de costos operativos. Además, facilitan el comercio electrónico transfronterizo, ofreciendo a las empresas locales la oportunidad de participar en mercados globales sin preocuparse por la fluctuación de su moneda local.
Uno de los obstáculos más significativos para la adopción de criptomonedas es la complejidad percibida y la falta de acceso fácil para el usuario promedio. Proporcionar interfaces amigables y procesos simplificados que permitan a los usuarios comprar, vender, almacenar y gestionar criptomonedas de manera eficiente es esencial.
Un marco bien definido como el que define la Ley MiCA (Markets in Crypto-assets Regulation, el reglamento aprobado por la Comisión Europea), aumenta la confianza en las criptomonedas como una alternativa legítima y segura a las monedas fiduciarias tradicionales, jugando un papel protagonista en la prosperidad y el crecimiento económico.
Javier Pastor
Director Relaciones Institucionales Bit2Me