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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió una abrumadora ovación de casi cinco minutos en la Convención Nacional Demócrata, la noche del lunes, antes de pronunciar un discurso en el que advirtió sobre la amenaza que supone el candidato republicano Donald Trump, y en el que pasó el testigo a la vicepresidenta Kamala Harris.
“Amo mi trabajo, pero amo más a mi país”, clamó Biden durante un discurso que ponía el broche de oro a una carrera política de medio siglo con una última etapa marcada por peticiones dentro su propio partido para que pusiera fin a su campaña de reelección, tras surgir dudas sobre su capacidad para vencer a Trump en noviembre.
La primera jornada de la convención, sin embargo, se convirtió en un homenaje a la carrera de Biden y su sacrificio por el pueblo estadounidense. Cuando llegó al escenario, la emoción de los asistentes era tal que el mandatario tuvo que esperar cinco minutos para empezar a hablar.
“¡Los quiero!”, respondió un Biden visiblemente conmovido mientras los miles de asistentes, de pie, clamaban “Te queremos, Joe” y agitaban pancartas azules decoradas con corazones rojos que portaban el mismo mensaje.
Al subir al escenario, arropado por el fervor de la multitud, tuvo que secarse algunas lágrimas mientras abrazaba a su hija Ashley, quien lo presentó describiéndolo como “uno de los líderes más trascendentales de la historia”.