La atención que ha merecido el justo reclamo de la comunidad de Chillán Viejo, donde se emplaza el relleno sanitario Ecobío, por la llegada de miles de toneladas de basura de otras regiones, no debe quedarse solo en el reclamo y hacernos olvidar que tan importante como la denuncia y la protesta es la búsqueda de soluciones para el futuro, porque al relleno le quedan de 5 a 6 años de vida útil.
Cuando hablamos de basura, normalmente se piensa en los desechos domiciliarios, donde existen residuos sólidos, desechos orgánicos y residuos líquidos, que son los más comunes. Esta mirada es estrecha, ya que tanto o más importante es contar con tratamiento para desechos industriales, peligrosos, chatarra digital y el siempre difícil control de los basurales clandestinos.
Más allá de los rellenos sanitarios, es fundamental avanzar hacia definiciones más modernas, donde el manejo de la basura esté acompañado de su reutilización, su uso para generar energía, el reciclaje y otros beneficios alternativos que pueden obtenerse de su adecuada gestión.
Respecto de la reutilización de la basura, es importan te enseñarles a las personas que aquello que para unos puede ser desechos, para otros puede ser útil, colaborando además con el cuidado del medio ambiente. Ejemplos de este tipo de reutilización de lo que los demás eliminan son los computadores y celulares, que constituyen uno de los problemas del presente siglo.
Otro tema en el cual estamos muy atrasados es en el uso de la basura orgánica, que puede convertirse en abono mediante el procedimiento de compost, abono orgánico rico en nutrientes y que no demora más de dos meses en generarse. Esto no solo contribuye al medio ambiente, sino que es una oportunidad de negocios, ya que puede venderse generando ingresos a sectores más desposeídos. Sin embargo, se requiere previamente una selección de los desechos desde el hogar, ya que debe separarse la basura orgánica del resto de los desperdicios para ser sometida al procedimiento de conversión en abono orgánico.
El posible uso energético de la basura es otro de los desafíos pendientes en el manejo de residuos, si bien es efectivo que se requiere una inversión inicial importante y una cantidad de desechos considerables para que sea rentable su producción, podría pensarse en establecer un sistema de compensación para este tipo de nuevos estudios y negocios producto de la generación de energía.
El reciclaje de desechos sólidos también es una fuente de mejor reutilización de la basura, pero aún es muy incipiente y falta una mayor compromiso de parte de la población para contar con una verdadera cultura del reciclaje.
Las políticas públicas, la educación, el acuerdo público privado y la experiencia internacional son todos elementos que hay que potenciar, y para ello se requiere una conciencia no solo ambiental sino que ciudadana respecto de la importancia de no continuar botando basura sin medir los impactos que esta tiene.