Balance y proyección
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Un débil crecimiento de su economía mostró Ñuble este último trimestre. El Banco Central informó que el Producto Interno Bruto (PIB) de la región creció un modesto 0,7%, en comparación con igual periodo de 2023. Por su parte, el consumo de los hogares registró un aumento de 0,4%.
El dato del PIB de Ñuble conocido la semana pasada representa un “golpe de realidad” luego de las altas tasas observadas en el primer trimestre (5,1%) y en el segundo (3,3%), las que se ubicaron sobre el promedio nacional, pero respondían más bien a la baja base de comparación que constituyeron el primer y segundo trimestre de 2023, con caídas interanuales de 1,1% y 1,7%, respectivamente. La variación de 0,7% en Ñuble en el tercer trimestre de 2024 se compara con el tercer trimestre de 2023, periodo en que el PIB registró un alza de 0,6% luego de una recesión que se extendió por tres trimestres consecutivos.
A partir del tercer trimestre del año pasado se comenzó a observar una recuperación del sector industrial, principalmente maderas y celulosa, pero aquello ya habría llegado a su comportamiento regular, lo que lleva a pensar que no experimentará un crecimiento importante en 2025, igual que el consumo, por cuanto el nivel de ingresos de los hogares ha bajado y las tasas de endeudamiento han subido.
Desde el Gobierno la mirada del año que termina y las proyecciones para el próximo son muchos más optimistas. La semana pasada se difundió el reporte de la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva), donde se muestra que en 2024, en la Región de Ñuble, se aprobaron proyectos de inversión por más de USD 1.150 millones, un 350% más que el año anterior.
Desde los gremios regionales, en tanto, valoran tales cifras, igual que la atención que el Gobierno ha puesto a la crisis local de transmisión eléctrica, sin embargo, advierten que la base de comparación es baja y que una cosa es obtener permisos para desarrollar un proyecto de inversión, y otra es que ese proyecto se concrete en el corto y mediano plazo.
Sobre lo que no parece haber diferencias es que el desempeño el próximo año no debiera ser muy distinto al del actual, debido a que el escenario será parecido, caracterizado por una baja tasa de inversión y consumo, y un dólar alto que favorece a algunos rubros exportadores, pero daña a otros sectores de la economía regional .
Por último, un aspecto al que se debe poner atención, además, es al comportamiento del mercado laboral, que ha mostrado señales claras de precarización, por lo que se refuerza la necesidad de promover la atracción de inversiones y continuar fomentando el emprendimiento, tanto individual como asociativo, en aquellas áreas en las cuales Ñuble tiene ventajas comparativas, con énfasis en la agregación de valor a la producción.
Más allá del optimismo o pesimismo de algunos, o del aprovechamiento político de otros para evaluar 2024 y proyectar 2025, sí existe coincidencia en que si no se mejoran las cifras de inversión local y la generación de empleos formales, la región seguirá siendo una zona de rezago a nivel nacional.