Señor Director:
Según un informe del Banco Central, la tasa de ahorro de los Hogares alcanzó a -0,7%, llegando a sus niveles más bajos desde 2013. El dato no nos debe asombrar, pues en periodos de contracción económica es natural que se presenten menores tasas de ahorro, sobre todo en los hogares. Se debe considerar que el año 2022 fue el periodo en que hemos tenido mayor inflación en los últimos años, lo que generó una pérdida de poder adquisitivo para las familias. Precios más altos a nivel generalizado en la economía, considerando que el ingreso nominal de las personas no tuvo un incremento real, hacen que las familias se endeuden más y, por ende, puedan ahorrar menos.
De mantenerse las condiciones económicas actuales, esto es, altos niveles de precio (aunque hay que reconocer que se espera que disminuyan hacia finales de año), desempleo que aumenta y baja en la actividad económica, es difícil pensar que las familias y hogares podrán ahorrar más durante el 2023, sobre todo en aquellos sectores de ingresos más bajos. Si bien las tasas de interés hoy tienen un porcentaje bastante más atractivo que en el pasado, encontrando tasas mensuales en los depósitos a plazo alrededor del 1%, las familias más vulnerables y de clase media no tienen margen para el ahorro.
Para aquellas personas que cuentan con la posibilidad de hacerlo, el mensaje es a cotizar las alternativas de rentabilidad que ofrece el mercado formal (depósitos a plazo, cuentas de ahorro u otras inversiones financieras), establecer metas de ahorro o automatizarlo por descuento automático.
Karin Bravo Fray
Directora de Postgrados USS