Share This Article
En 2013, la ciudadanía de Lima, Perú, se movilizó para reunir firmas y solicitar con ellas la realización de una consulta revocatoria en contra de la alcaldesa de esa ciudad, Susana Villarán. Descontentos con su gestión, esperaban sacar de su cargo a la autoridad, sin embargo, la consulta -que tuvo más de un 80% de participación-, la ratificó.
Lo anterior es un ejemplo de cómo funciona el voto programático, y las herramientas que tiene para asegurarle a los electores que quienes son electos cumplan con sus promesas. Una idea que ha venido rondando en Chile en el último tiempo, sobre todo, luego de conocerse múltiples casos de corrupción y escuchar elección tras elección, que los candidatos(as) ofrecen el oro y el moro, traspasando incluso las facultades del cargo al que aspiran, y finalmente no pasa nada.
Según el analista político, Rodrigo Landa, la idea del voto programático se viene discutiendo hace más de una década en Chile. “De hecho, hay registros de una moción parlamentaria que data del año 2013, cuando los exsenadores Soledad Alvear y Hernán Larraín propusieron introducir el voto programático en la elección del Presidente de la República, de parlamentarios y alcaldes. Si bien el voto programático es un mecanismo deseado, que puede inhibir los impulsos demagógicos, mejorar la gestión y la calidad de la democracia, sus impulsores se basan en un diagnóstico o hipótesis parcial, que es que los políticos son finalmente los responsables del deterioro de la política, cuando en realidad, en el sentido más amplio del término, todos los cuidadanos contribuimos a la calidad de la democracia”, afirmó.
Cabe preguntarse, entonces: ¿Podrá el voto programático, por sí mismo, provocar un cambio cultural en la sociedad? ¿Serán los ciudadanos ahora ávidos de estudiar propuestas, por el solo hecho de existir un programa mandatado por la ley?
“Personalmente, soy partidario del voto programático, pero debe ser mirado como un eslabón más dentro de una reforma al sistema político, y de algo más profundo que ha estado postergado en Chile, como es la calidad de la educación cívica y de la educación en general. Es importante hacer una distinción en la aplicación del voto programático, según la naturaleza del cargo. Muy popular sería plantear que vamos a remover de sus cargos a todos los políticos que no cumplen lo que dijeron, pero la verdad es que también caeríamos en una posición bastante pobre y demagógica”, manifestó Rodrigo Landa.
Para el analista, “los cargos como gobernadores regionales y alcaldes son en esencia más ejecutivos. Esto quiere decir que recae en ellos la responsabilidad y el poder de decisión sobre los programas y proyectos que ejecutan, con un alcance directo en la comunidad que representan. En ambos casos, el voto programático es más exigible. Distinta es la situación de parlamentarios y concejales, quienes cumplen una función fiscalizadora, y en el caso de los diputados y senadores, una función legislativa, donde la supremacía en iniciativa de ley es del Ejecutivo”, aseveró.
Según Landa, “es importante que la misma seriedad que se les exige a los políticos para cumplir sus programas, sea aplicada en las recetas que formarán parte de la reforma al sistema político. El voto programático sería un avance importante, pero dentro de un conjunto de otras materias que se deben discutir y reformar”.
Jeanne Simon, politóloga y académica de la UdeC, cree que sería bueno ir avanzando hacia un voto programático, como fue por ejemplo, para la elección de convencionales, cuando tuvieron que presentarse con un programa.
“Los candidatos a gobernadores también tienen que presentar un programa, pero no se visibilizan y no se revisan esos programas. En eso yo diría que hay un desafío para la sociedad civil y los medios de ir verificando si en verdad las atribuciones corresponden en relación al programa. Ahora, al mismo tiempo, me parece que hay motivaciones para las y los candidatos de buscar cumplir su programa, porque la mayoría lo armó pensando que quieren avanzar en ese programa. Podemos pensar en el actual gobierno. Ellos tienen motivación para ir avanzando, pero obligar al gobierno o a la autoridad a cumplir un programa va a limitar la posibilidad de negociar entre las distintas fuerzas políticas y lograr mayor acuerdo. En general, cuando uno es candidato o candidata, uno presenta un programa buscando responder a intereses y necesidades de la ciudadanía, pero también de diferenciarse de otras candidaturas”, sostuvo.
Para Jeanne Simon, el consenso en general es que el actual sistema de partidos que tenemos está cada vez más fragmentado ,y con una baja capacidad de llegar a acuerdos.
“Yo, personalmente, no estoy a favor de un voto revocatorio. Ese tipo de mecanismo que hace cierto sentido para nosotros, si hay una autoridad que no está cumpliendo o es corrupta, puede parecer interesante, pero creo que es mejor ver qué pasa por otro tipo de procesos, de indagación, de investigación. Y Chile tiene bastantes procesos en ese tema, como podemos ver con todos los alcaldes que actualmente están siendo juzgados por corrupción. En ese sentido, un voto revocatorio que da el poder a la ciudadanía puede ser manipulado por distintos partidos y puede generar aún más problemas para llegar a acuerdos. Podemos pensar en los mecanismos de acusación constitucional, que de cierta manera van generando que la energía de la fuerza política se enfoque en responder a esas acusaciones constitucionales”, mencionó.
Para la politóloga, se debiera tender a transitar desde las listas abiertas hacia las cerradas, en el marco de nuestro sistema electoral.
“Si uno mira en general, a pesar de que votamos en listas que tienen que ver más con un voto programático, al final hay una mezcla de personas o de posiciones adentro de esa misma lista programática. Y en general, las personas, especialmente los que son más independientes y muchos de los nuevos partidos, no sienten que se deben al partido, sino a las personas que han votado por ellos. Y como consecuencia -que es positivo, por un lado-, ellos van respondiendo a lo que dice su electorado y no necesariamente a lo que dice el partido. Por eso, en ese caso, si estamos respondiendo mucho más a la ciudadanía y no es un voto ideológico o programático, entonces es mejor que cambiemos el sistema y podamos tener un sistema de escaños uninominal, o puede ser binominal, donde tengamos cierta paridad, pero no votamos por el partido, sino votamos para representar más bien un territorio. Ahora, a nivel regional y a nivel local, me parece que lo que hay que trabajar son varios temas. Un tema tiene que ver con fortalecer la capacidad de distintos actores de ir controlando, supervisando, monitoreando lo que hace la autoridad municipal y cómo se va gestionando. Actualmente, los alcaldes tienen mucho poder, se concentra poder y responsabilidad en la figura en la autoridad municipal y hay pocos mecanismos de control; y segundo, hay poco conocimiento por parte de la ciudadanía en relación a lo que se va realizando. Por eso, me parece que es importante ir fortaleciendo la sociedad civil o la ciudadanía en relación a su capacidad de supervisar y monitorear cómo se va gestionando”, manifestó.
Impulsar mecanismos de participación
Desde los partidos, también ven con interés la discusión sobre una reforma al sistema político y electoral que tienda hacia un voto programático.
“Avanzar en referéndum revocatorios con determinados mínimos de cumplimientos es un avance para la democracia”, sostuvo la presidenta regional del PPD, Yesenia Figueroa.
No obstante, dijo, los programas son variables.
“Por más que se proponga un programa, hay que cumplir con las urgencias”, manifestó.
Desde Convergencia Social Ñuble, su presidenta, Francisca Leyton, planteó que en su partido, “y lo ha señalado también el gobierno, no creemos que la reforma al sistema político sea hoy prioritaria. Nosotras queremos que se hable y se tomen decisiones sobre pensiones, sobre un nuevo pacto fiscal justo para Chile, sobre seguridad ciudadana y fortalecimiento de los derechos sociales de grupos vulnerados, como las mujeres, las diversidades sexuales o los adultos mayores. Dicho esto, en general, como partido creemos que fortalecer los mecanismos de participación popular, como la revocatoria de autoridades en causal de incumplimiento o corrupción, es algo que se debe contemplar en una futura reforma. No todos los problemas del sistema político se acaban con ello, pero sin duda puede ayudar a que personas electas para dialogar y llegar a acuerdos, como la diputada de la región, Sara Concha, tengan el deber de hacerlo a pesar de sus compromisos religiosos, y que no seamos los ciudadanos de Ñuble a quienes se nos imponga una agenda valórica e ideológica que es respetable a nivel personal, pero que no puede ser un criterio para negarse a hacer políticas públicas de parte de la diputada”, aseveró.
Añadió: “creemos que el sistema político amerita hoy otras reformas también, como el levantamiento del secreto bancario, que es otra medida de saneamiento y de la soberanía popular. Esperamos que se pueda avanzar en esto y más, pero sin olvidar las razones y urgencias que Chile tiene en materia de bienestar y derechos. Ése es el programa que se votó y que hoy es objeto del trabajo del Presidente y su gobierno”
Combatir el populismo
Desde la oposición, el presidente regional de Evópoli, Alejandro Mellado, expresó: “debemos tener en cuenta que el sistema político en Chile debe adecuarse a los tiempos. Es necesario contar y ofrecer al elector un mecanismo o herramienta que controle o fiscalice a los electos popularmente, con algún nivel de obligatoriedad del fiel cumplimiento del programa presentado para tal efecto. El utilizar los dolores de nuestros compatriotas en campañas políticas y electorales, no puede ser solo un comodín publicitario para lograr el objetivo, el votante requiere soluciones y que se aborden de buena manera las dificultades y problemáticas que conlleva el día a día, que no son pocas, por tanto, creo que la honestidad y honorabilidad de los candidatos y sus programas a desarrollar, deben ser en esa línea de transparencia y cumplimiento”.
Agregó que “sin duda es un tema que se conversa y se trata en distintos grupos de ciudadanos, donde la decepción e insatisfacción de los líderes electos no están conectados con lo que la gente requiere cambiar o avanzar, pero si creo, que para llegar a ese nivel del control ciudadano, debemos avanzar en lograr estabilizar el país en muchos aspectos, donde un control revocatorio sea asumido por las partes como algo que esta sobre la mesa y podría ser utilizado al no cumplir en un porcentaje mínimo lo propuesto para ser electo”.
Mellado cree que es importante tener en cuenta que “Chile no está en buen pie político, el desprestigio y poco apoyo a la labor de los políticos lo refleja, y eso debe ser considerado por los incumbentes. La política y los políticos deben volver a empaparse de la calle, desde donde deben salir las ideas y propuestas para políticas públicas que vayan en real atención de las mejoras que la gente necesita y requiere”.
En tanto, según el presidente regional de RN, Rodrigo González, “siempre hay que avanzar en democracia. En este tema en particular, la verdad que es importante siempre el poder conseguir candidatos que sean responsables y terminar también un poco con el populismo, que tanto daño le hace al país. Estamos dispuestos a avanzar en esos términos, creemos que es fundamental. Sabemos que no es tan factible para todos los cargos, pero por supuesto, los de más relevancia, en el caso de los alcaldes, en el caso de los diputados, parlamentarios, digamos, es fundamental avanzar en esta línea”.
Y añadió: “En RN todos los días instamos a nuestra gente a ser responsable con lo que se dice. Ayer solamente estábamos en capacitación con nuestros candidatos alcaldes y concejales y hablábamos de este tema, y les decíamos la importancia de no ofrecer lo que no podemos cumplir, de no ofrecer lo que no es parte de nuestras obligaciones y que no está entre nuestras atribuciones. Y no hay que ir muy lejos para ver lo que ha pasado con este gobierno, que ofreció eliminar el CAE, e hizo algunos ofertones con los profesores, con la deuda histórica, cosas que no han pasado ni van a ocurrir porque entendemos que es muy irresponsable hacer ofertones que consiguen llevarte a ocupar el cargo que estás postulando, pero finalmente, no lo puedes cumplir”