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Por 80 votos a favor, 46 en contra y nueve abstenciones, esta semana la Cámara Baja aprobó un proyecto de ley que presentaron los diputados de la UDI que representan a la Región de Ñuble, Cristóbal Martínez y Marta Bravo, y que busca facilitar la construcción de tranques agrícolas para ir en apoyo de los pequeños y medianos productores ante la actual escasez hídrica que vive el país.
Ambos parlamentarios explicaron que su iniciativa -que retornó a la comisión para ser discutida en particular- apunta a modificar el Código de Aguas para así incorporar a los embalses de uso agrícola dentro del listado de proyecto que están exentos de solicitar permisos sectoriales, específicamente ante la Dirección General de Aguas (SGA) y el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), que son justamente los trámites más engorrosos y que terminan retrasando cualquier obra.
Lo que propone el proyecto -detallaron- es aumentar de 50.000 a 250 mil metros cúbicos la capacidad máxima de los tranques que no necesitarán de dichas autorizaciones. O bien, aquellos cuyo muro superen los 15 metros de altura y que estén construidos fuera del cauce natural.
“La falta de obras de captación de agua es una dura realidad de la cual nunca, lamentablemente, nos hemos hecho cargo como corresponde en nuestro país. Hay una deuda pendiente no solo en materia de grandes embalses, sino que también los de menor tamaño, que son fundamentales para el desarrollo de la agricultura. Por eso es que una de las razones que tuvimos para presentar este proyecto, fue que nos parecía incoherente que los pequeños y medianos productores tuvieran que solicitar los mismos permisos que requiere, por ejemplo, una obra de mayor tamaño, lo que finalmente provoca que desistan de construir un tranque”, aseguraron los diputados Martínez y Bravo.
Por lo mismo, y considerando además que dentro de la iniciativa se incluyen algunas obligaciones para garantizar que las autoridades tengan un catastro de todos los embalses que se están construyendo en el país, ambos legisladores llamaron al resto de los parlamentarios a aprobar los cambios legislativos y así eliminar trámites burocráticos para miles de agricultores de todo el país.
Lo anterior, luego que distintas estimaciones advirtieran que los dos trámites en cuestión -ante la DGA y el SEA- suelen retrasar las obras en alrededor de 20 meses, además de los costos que conlleva realizar los distintos estudios que se exigen, lo que ameritaría avanzar en un proyecto de este tipo.
“Esta es una iniciativa que no solamente le hace sentido a miles de pequeños y productores de nuestro país, sino que también al resto de los chilenos, porque va a incidir directamente en toda la agricultura. No hay ninguna duda de que va a mejorar y garantizar la seguridad alimentaria, porque en la medida que los productores puedan construir embalses sin la burocracia que existe hoy en día, va a existir una mayor oferta en todo el territorio nacional”, reiteraron los representantes de Ñuble.