Se abrió el cordón. Tal vez muchos esperaron un retorno masivo de personas reactivando al comercio de Chillán, y una aglomerada llegada de pasajeros, en especial en terminales rurales.
Y si al menos en las primeras horas de hoy lunes algo de eso se constató, con largas hileras de vehículos en los accesos de la ciudad, y en las filas de personas para realizar trámites bancarios o en busca de abastecerse en los supermercados, ya en la tarde el comercio empezó a sacar sus cuentas.
Y la conclusión es que en adelante, al parecer, habrá dos Chillán.
El primero, que funciona hasta las 15.00 horas, “lleno de gente en la mañana, era difícil transitar en vehículo, y al menos en mi notaría había muchas personas aglomeradas”, dice el notario Gerardo Cortez.
Y un segundo, de 15.00 horas en adelante, con “casi un 90% menos de personas que en un día normal. La verdad es que nos habíamos preparado para recibir mucha gente, pero hoy hubo buses que venían con un sólo pasajero”, dijo Yolanda Vallejos, funcionaria de una línea de recorrido Chillán-Nahueltoro, de Terminal La Merced.
“La gente de afuera le tiene miedo a Chillán, eso es lo que pasa”, formula Yolanda Vallejos, quien planilla en mano, demostraba que hubo otros recorridos que cortaron entre dos y tres pasajeros.
“Parece que vamos a tener que ver cómo vamos a seguir funcionando en adelante”, precisa.
Idéntica síntesis hace Juan Ramón Abarzúa, de recorrido Chillán-El Carmen. Como muchos chillanejos, anticiparon un colapso de gente, sin embargo, “ha sido mucho más baja. Si antes teníamos salidas cada 15 minutos, ahora se hacen cada una hora. Lo que pasa es que la gente se está cuidando mucho, se nota que vienen todos con sus mascarillas, vienen con guantes y ya no llegan familias completas como antes”.
Entre los pasajeros que aguardaban algún viaje, pasada las 16.00 horas, prácticamente no se contaban adultos mayores.
“Es que en sectores rurales la mayoría de las personas son adultos mayores. Por ejemplo, ahora que pudimos venir a Chillán me mandaron a mí, porque soy el más joven y el que tiene menos posibilidades de contagio en la casa”, explica Benjamín Ortiz, estudiante de Ingeniería en Ejecución Informática, avecindado en el Camino a Cato.
Protegido con su mascarilla y con sus guantes, admite que “sí, hay un poco de temor en las personas que no es de Chillán, de venir para acá. Por eso, están viniendo para cosas imprescindibles y de a poco. Por ejemplo, en mi bus solo había gente sentada, no se admitían personas a pie”.
Saliendo del terminal, ya en ese “Chillán de la tarde” las calles tenían el clásico flujo de un día de semana normal.
Los locatarios, en su mayoría, concluyen que el alzamiento del cordón no sumó más ventas.
“Una se da cuenta cuando las personas que compran son de acá de Chillán o de otras comunas, y hoy lunes gente de afuera casi no vimos”, dice Humilde Guerra, locataria de calle Maipón.
90% fueron finiquitos
Finalizado el toque de queda diario, a las 05.00 horas , el cordón ya no existía.
Ya a las 08.00 horas era casi imposible acercarse al centro en vehículo y las filas para realizar trámites en los bancos superaba la cuadra y media de distancia (no necesariamente por el metro de separación recomendado por salud).
Otra fila fue la de la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) en calle Libertad.
Las notarías, que ya operan todas a diario, pero hasta las 15.00horas, también constituyeron puntos de congestión.
“Siguiendo las instrucciones sanitarias de la Corte de Apelaciones, podemos atender a un máximo de 10 personas dentro de la oficina, porque además estamos trabajando con la mitad del personal, ya que en caso de contagio, no podemos suspender nuestras funciones”, dice el notario Cortés, quien fue testigo de una hilera humana de casi 50 metros fuera de su local.
Y aunque admite que la mayoría de los asistentes eran chillanejos, “recibimos mucha gente de afuera, principalmente para firmar sus finiquitos”.
El manoseado concepto de “Nueva Normalidad”, acuñado en Estados Unidos, apunta a un proceso, más que una imposición reglamentaria, “y como todo proceso social, se va ordenando de a poco, sin embargo, por la idiosincracia nuestra, creemos que seguiremos viendo por mucho tiempo estos dos chillanes tan distintos, como el de la mañana y el de la tarde. Es de esperar que con el paso de los días se empiece a equilibrar”, reflexiona con tono crítico el coordinador regional de Seguridad Pública, Alan Ibáñez.
Vías exclusivas
En mayor o menor medida, se registraron filas para ingresar a supermercados, grandes tiendas o locales pequeños.
Anticipándose a lo que sería esta concurrida Chillán, escenario de urgentes trámites, la autoridad dispuso de un cierre para vehículos entre las calles Sargento Aldea, Arturo Prat, 18 de Septiembre y Libertad, al que se le llamó “Vías Exclusivas”, cuya finalidad es permitir que los peatones, ciclistas y transporte público puedan transitar por el centro conservando el distanciamiento social y sí evitar el contagio del coronavirus.
Al respecto, el intendente Martín Arrau dijo que tras la primera evaluación en las primeras horas, “ha sido a mi parecer, bastante positiva. Es una medida que ha permitido conseguir el fin que se buscaba, de hacer que las personas pudieran transitar manteniendo su distancia y hemos visto que las personas en el centro están acatando las medidas de seguridad que se han recomendado”.
Lo acompañó en la evaluación, el general Cristian Vial, jefe de Defensa de Ñuble, quien apuntó a cuán preponderante será en adelante la responsabilidad individual. “Ahora, sin cordón sanitario y sin cuarentena, es cuando nos ponemos a prueba, nos jugamos mucho en estos días, el peligro sigue existiendo y depende de nuestro comportamiento”.
Pasaporte sanitario
Finalmente, es a través de la página www.c19.cl, se informó que las personas pueden tramitar el pasaporte sanitario que se exige desde hoy en los terminales interurbanos, donde se realizan controles sanitarios.
Y esto rige “para todas las personas que quieren salir de la Región”, precisó Arrau.