Señor Director:
La columna del ex delegado presidencial, publicada en Diario La Discusión, evidencia un desgobierno en la región Ñuble, con autoridades que no han sido designadas, falta de coordinación con el Gobierno Regional, ausencia de liderazgos conectados con la ciudadanía y negligencia en el avance de proyectos que están entrampados en la burocracia administrativa.
Esta autocrítica es mucho más valorable cuando nace de una ex autoridad, sin ánimo de revancha y con un tono propositivo para mejorar la difícil situación estructural de su región. No obstante, acá vale la premisa que los abogados tendemos a señalar en el ámbito penal: “a confesión de partes, relevo de pruebas”.
Es de esperar que el diagnóstico del ex delegado, ahora sí sea escuchado en La Moneda.
Cristóbal Jardua Campos
