Chillán y Chillán Viejo seguirán cerradas y no se sabe por cuánto tiempo más.
“Establecer fechas para alzar la medida del cordón sanitario es de exclusivo resorte del Ministerio de Salud, a nivel central,y además se trata de una medida que se debe tomar tras analizar una serie de factores”, explica el teniente coronel Álvaro Inostroza, ayudante del Jefe de Defensa de Ñuble.
Y de fechas, nada. Así lo establecen en la seremi de Salud, donde junto al Ejército determinaron la imposición del cordón sanitario para Chillán y Chillán Viejo, el pasado 23 de marzo, como medida preventiva para evitar la propagación del coronavirus desde la intercomuna al resto de Ñuble.
Las autoridades precisaron que tanto la cuarentena, como el toque de queda (que puede tener un plazo máximo de tres meses) y el cordón sanitario, obedecen a parámetros diversos y por lo tanto no necesariamente, se toman o se alzan en conjunto.
Y si en un comienzo hubo algunos casos -más bien aislados- de personas detenidas por buscar franquear la barrera sanitaria por pasos que no fueron custodiados por el Ejército ni por Carabineros, “en términos generales, podemos decir que las personas han entendido que se trata de una medida que lo que busca es resguardar la salud de las personas que viven en zonas más bien rurales, por lo que la conducta que han mostrado respecto al cordón ha sido positiva”, añade el coronel Inostroza.
Es más, los últimos incidentes registrados en estos límites se remontan al fin de Semana Santa, ocasión en que algunos automovilistas pretendían llegar cruzar el cordón con fines turísticos, resolviéndose la mayoría de estos problemas con la reconvención del personal fiscalizador y regresándolos a sus casas.
El cordón sanitario, hasta el momento, tampoco será objeto de modificaciones en cuanto a su extensión.
“La ubicación del cordón se estableció al estudio de muchas variables. Nadie puede decir que se les ha dejado aislados, porque independiente de las incomodidades que pueda significar, cualquier vecino de Ñuble hoy puede acceder a los servicios básicos ya sea en otras comunas o incluso en Chillán, si se obtienen los salvoconductos por las razones establecidas”, aclara el coordinador de Seguridad Pública, Alan Ibáñez.
A favor y en contra
El cordón sanitario se impuso bajo la lógica de aislar a la comuna que presentaba la mayor cantidad de personas contagiadas por coronavirus y evitar que cumplieran el rol de vectores para el resto de Ñuble.
Hasta la noche del domingo, la intercomuna tenía a 433 de los 687 casos positivos de Covid-19 de la región.
Como contraparte, muchas localidades -incluso de la misma comuna chillaneja- quedaron sin la posibilidad de acceder al principal centro comercial y prestador de servicios de Ñuble.
“Esto a nosotros nos ha perjudicado. No lo estamos pasando bien”, dice María Angélica Cid, presidenta de la junta de vecinos del sector Oro Verde.
Representante de unas 600 personas, dice:“creemos que nos debieron dejar adentro. Aquí hay mucho agricultor que perdió sus cosechas por no poder tener dónde ir a venderlas y como no cuentan con guías de despacho, no pueden sacar salvoconductos”.
Aclara que los puntos más cercanos para realizar trámites son San Nicolás, Ninhue o Coelemu “y tampoco allá abren siempre”, plantea.
Como contraparte, Víctor Ibáñez, su par de la junta de vecinos La Esperanza, de Cato, dice que el cordón “nos viene como anillo al dedo y ojalá no lo quiten hasta que se controle la pandemia”.
Argumenta que la mayoría de sus vecinos son de la tercera edad, algunos ya enfermos y que “no es urgente para nadie ir a Chillán. Si nos gustaría tener mejor locomoción para ir a San Carlos y hacer allá los trámites”.
