Señor Director:
Acaba de morir en Santiago el chillanejo Augusto Jiménez Jara, (1931), quien fue durante largos años la principal figura del mundo sindical en Ñuble. Estudió en la Liceo Industrial de Chillán donde obtuvo un título técnico con el cual trabajó algunos años para luego dedicarse tiempo completo al sindicalismo y la política.
Fue Presidente por largos años de la Central Única de Trabajadores de Ñuble y en varias oportunidades Secretario Regional del Partido Socialista de Chile.
Conocí a Augusto en la Escuela México, en la que me llevaba dos o tres cursos adelante pero donde ya destacaba como un líder. Dedicó su vida a luchar por un Chile mejor para todos y no contra algunos chilenos como suele ocurrir cuando algunos piensan que la justicia social se logrará quitando a los ricos para darles a los pobres.
Augusto tenía claro que la justicia social no se conseguiría con esta simplificación y que era necesario impulsar el desarrollo económico, la educación y, también poner coto a los abusos sociales.
En el gobierno de Allende fue Subsecretario del Trabajo y durante la dictadura prisionero por largos meses y al quedar en libertad se convirtió en uno de los reconstructores de su organización política.
Lo conocí muy de cerca y tengo múltiples pruebas de su honestidad y entrega generosa. Era de esos socialistas “que ya no vienen”, como decía mi abuela cuando recordaba productos de calidad que no se encontraban en el mercado.
Vivía en su casa en Santiago, sometido a una penosa enfermedad que soportaba con la misma entereza que enfrentó las luchas sociales. Hace apenas unos diez días me llamó para saber de mi familia. No fue sorpresa. Cada cierto tiempo me llamaba para conversar sobre lo que estaba ocurriendo en el país. Compartimos el desencanto ante personas y proyectos, también la certeza que Chile será capaz de superar el trágico tiempo que vive. Adiós querido Augusto. Ya te alcanzo.
Alejandro Witker
Historiador