Las cifras recogidas por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) en el XX Informe Anual de los Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género, muestran el panorama de las denuncias y casos por discriminación relacionados con la orientación sexual, identidad o expresión de género durante los últimos 20 años.
Este destaca la primera baja de denuncias o casos de discriminación en los últimos ocho años, alcanzando un 12% menos en 2021, donde se registraron 1.114, mientras que en 2020 fueron 1.266. Registros que son encabezados por la Región de Valparaíso, con un 36,4% del total nacional; mientras que en la Región de Ñuble corresponden a ocho y seis reportes, en 2020 y 2021 respectivamente, que significa una baja de -25%.
En detalle, en Ñuble seis de las 21 comunas concentran los casos o denuncias por discriminación desde 2018. Desde 2002 solo se registraban en Chillán.
El coordinador transitorio de Movilh-Biobío, Ramón Gómez, comentó que estas cifras “son de dulce y agraz; es positivo para aquellas regiones donde las víctimas no tienen miedo a denunciar y hay debate sobre los derechos LGBTIQA+, pues es una muestra de que cada vez son menos las personas que discriminan y de que la sociedad rechaza mayoritariamente la discriminación. En cambio, para regiones con debate inicial, no es una buena señal el descenso”.
“En el caso de Ñuble existe temor o desconfianza de las víctimas para denunciar. En tanto, el debate regional sobre los derechos LGBTIQA+ es aún incipiente y no está del todo maduro, tanto en los espacios públicos como privados, que es algo similar a lo que ocurre en otras regiones”, añadió Gómez.
A esto se suma “el desconocimiento o falta de redes de apoyo para denunciar, lo que también explica el descenso en Ñuble. La baja, por estas razones, no es una buena noticia”, agregó el coordinador de Movilh-Biobío.
El activista y abogado de la Fundación Somos Ñuble, Alen Alegría, plantea que hay otra razón que explica la baja. Creo que la disminución es, primero, producto de la pandemia, muchas veces las personas que son agredidas o acosadas viven con sus agresores. Por lo tanto, no tenían cómo escapar en el caso de querer denunciar y el sistema no está preparado para acoger a personas en situación de vulneración grave”, comentó.
“Y el segundo motivo es que la mayoría de las denuncias se daban en contexto escolar, y eso disminuyó por la virtualidad”, añadió.
Lo anterior, se confirma con la Tercera Encuesta Personas LGBTIQA+ frente al Covid-19 en Chile, desarrollada por el Movilh en mayo de 2021, que arrojó que desde el inicio de la pandemia la discriminación contra esta comunidad aumentó en sus casas y barrios.
En resumen, se registraron bajas en 11 de las 16 regiones en relación al año precedente. Estas son Aysén, con un -66%; seguida por Los Ríos (-50%), Araucanía (-44%), Metropolitana (-35,6%), Antofagasta (-33%), Magallanes (-33%), Ñuble (-25%), O’Higgins (-23%), Biobío (-21%), Valparaíso (-7.9%) y Los Lagos (-6,2%).
Mientras que las cinco restantes subieron, como en Arica y Parinacota con 300%, seguidos por Tarapacá (+80%), Atacama (+37.5%) Coquimbo (+9-5%) y Maule (+5.2%).
Responsables
En el informe se precisó que 48 instituciones y 767 personas fueron responsables de los 1.114 casos de discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género conocidos en 2021. Y estos siguen manteniendo el mismo perfil de años anteriores, como organizaciones religiosas, partidos o colectividades de ultraderecha, entre otros.
Ramón Gómez recalcó que “lo que ocurre con la Región Ñuble al compararse con lo nacional, es muy similar a lo ocurre en Chillán en comparación con otras comunas. Las más rurales, a lo largo de todo el país, poco y nada han debatido sobre los derechos LGBTIQA+, el tema es casi ausente en los colegios, trabajos y familias. La falta de diálogo potencia los prejuicios e impide que afloren discursos aperturistas”.
Y agregó que “en ese contexto, estimamos que en comparación a zonas urbanas, las rurales están al menos una década atrasada en esta temática en cuanto a transformaciones socioculturales se refiere”.
Texto: Antonieta Henríquez
