Señor Director:
Para las víctimas de la violencia desatada en la Araucanía, las palabras del nuevo jefe de gabinete son esperanzadoras. El Ministro Pérez, como exparlamentario del sur del Biobío, sabe perfectamente cuál es el daño que están haciendo los terroristas dispuestos a todo, con un grave saldo de vidas humanas, heridos, quemas de propiedades públicas y privadas, además de la destrucción de camiones y maquinarias agrícolas y forestales.
Sin embargo, y siendo conscientes de que la paz no depende de una autoridad o el Gobierno de turno, para lograrlo es imperante la disposición de todos los sectores. La violencia es violencia por donde se mire. No es cuestión de raza, ni género. Chile necesita unidad y los parlamentarios debieran ser los primeros en dar el ejemplo.
Ricardo Oyarzún González