Señor Director
Mucho se habla del deplorable estado de la salud pública en nuestro país. Sin embargo, me permito dirigir estas sinceras letras ya que ,desafortunadamente, hace algunas semanas un familiar muy cercano tuvo que recurrir de urgencia para luego quedar internada en nuestro hospital de Chillan. Primero que todo destacar y agradecer el profesionalismo, entrega y cariño del personal clínico que le atendió. Por otra parte pude ser testigo del mal trato que ,en algunos casos , usuarios o familiares de ellos ejecutan hacia el personal que allí labora , teniendo estos una templanza admirable para enfrentar estas tristes situaciones. En definitiva, esto nos debiera hacer reflexionar que lo más importante y valioso como lo es el capital humano está ; lo que sin lugar a dudas carece nuestro sistema de salud es la suficiente capacidad física instalada para satisfacer la gran y creciente demanda que nuestra población requiere.
Augusto Guillermo Aranís
