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Reacciones diversas se generaron en la comuna luego de hacerse público el caso del envenenamiento de casi una docena de perros en la Villa Jerusalén, durante la última semana de enero, considerando que el problema de los perros sueltos en la calle reabre debates inconclusos en el plano comunal.
Pese a que existe la llamada “Ley Cholito”, que protege a los animales del maltrato; pese a que se puede denunciar y sancionar a los dueños irresponsables, “la ley es letra muerta cuando no existen los recursos para aplicarlas”, advierte el juez Ignacio Marín, titular de Policía Local de Chillán, quien ejemplifica lo anterior relatando que “hace un tiempo se sancionó a una persona que tenía a sus perros en mal estado, con el retiro de los animales de su propiedad, pero lamentablemente en la comuna no hay dónde ir a dejarlos, por lo que al final, sólo se cursaron multas”.
Ante la ausencia de un canil municipal, el concejo chillanejo acordó la asignación de $30 millones para realizar nuevamente los operativos masivos de esterilización de mascotas y perros, lo que por el momento asoma como una de las opciones más concretas para aminorar la presencia de perros callejeros.
Richard Guzmán, administrador municipal, explica que “hubo una presentación ante el concejo, por parte del equipo de veterinaria de la Dirección de Medio Ambiente, en la que se trató la necesidad de reaundar la práctica de estos operativos, precisamente, porque se había estado observando mucha presencia de estos animales en la calle”.
El administrador añade que “lo que corresponde, ahora, es hacer un llamado a licitación para que alguna empresa de la especialidad se pueda hacer cargo de esas intervenciones. Estamos hablando que con esos recursos asignados, se podrían realizar entre 2.000 a 2.500 esterilizaciones, e inicialmente la idea es ir haciéndolas en diferentes fechas. Esperamos estar comenzando ya en el mes de marzo, con los primeros operativos”.
Si bien estas estimaciones suponen casi el triple de intervenciones que se hacen en la actualidad por parte del municipio, ya la veterinaria de la Municipalidad de Chillán había advertido que para poder tener un control más eficiente sobre la natalidad de perros en la comuna, era necesario por lo menos realizar entre 10 mil y 20 mil operaciones.
Se descarta opción de los caniles
Respecto a la posibilidad de construir un canil municipal, para al menos tener un lugar de corta estadía en la que se pueda desparacitar, vacunar y preparar para una posible adopción de los perros, Guzmán admite que estuvieron revisando las experiencias de otras comunas del país, para conocer el grado de efectividad de la medida.
“Y la verdad es que en ninguna parte ha mostrado los resultados esperados”, advierte.
Añadió que “por ejemplo, vimos el de Los Ángeles, que tuvo una buena partida, pero al poco tiempo de funcionamiento ya el espacio se hizo insuficiente, porque cada vez hay más perros en la calle y, principalmente, porque la gente iba a abandonar perros a un costado del canil”.
Para el administrador, por lo tanto, la construcción de un canil no representa una solución ante el problema de la presencia de perros callejeros, “y por esa razón, al menos, nosotros no tenemos contemplada esa propuesta”.
Casi 150 ataques en 2023
Dentro de las principales quejas vecinales respecto a la presencia de perros callejeros, destacan los ataques a personas y mordeduras, especialmente afectando a ciclistas.
Sólo hasta octubre de 2023, en el Hospital Herminda Martín, se habían registrado 143 ingresos por mordeduras, de los que 52 obedecen a menores de edad.
“Y la verdad, es muy difícil que se pueda responsabilizar a una persona, al menos legalmente, por esa situación”, comenta el juez de Policía Local, Ignacio Marín, quien explica que “hoy vemos muchos casos de personas que se encuentran perros abandonados, y les dan comida y agua de manera constante, pero no los hacen vivir en sus casas y el perro pasa a ser un perro comunitario, ya que se queda en un pasaje, o en alguna plazoleta y todos los vecinos lo alimentan. Sin embargo, ese perro sigue sin ser de nadie”.
Sectores como las villas Don Martín, el sector de la Villa Doña Francisca, Jardines del Sur o Parque Lantaño, también han sufrido episodios de envenenamiento de perros, generando opiniones divididas entre los vecinos, ya que algunos acusan problemas con perros mordedores o que crean agresivas jaurías; y hay otros que buscan protegerlos, “pero esa protección no puede quedar solo en agua y comida, también se debe llevar al perro a la veterinaria para que esté en buen estado de salud; y cuidar que no cause problemas a otras personas”, añadió Marín.