Señor Director:
Quienes vimos con sincera esperanza el proceso político de construir una nueva Constitución que ayudase a armonizar positivamente nuestro querido Chile para este siglo XXI, somos impotentes testigos cómo con absoluto descaro los constituyentes elevan en alrededor de un 160% su remuneración y asignaciones, en tiempos económicos tan difíciles para el ciudadano común; cuestión que tanto criticamos en los parlamentarios.
Esto evidencia el rumbo si un sentido claro y distante del sentir popular y las motivaciones que dieron origen al “movimiento social” del 18 de octubre de 2019 que ha tomado la Convención Constitucional, con un Vicepresidente Jorge Bassa quien con una retórica rebuscada habla de “revueltas” y “todes” pretende sólo encantar conciencias, desviando el foco de las materias de fondo que ya debiesen estar discutiéndose.
Augusto Guillermo Aranís
