Señor Director:
Por desgracia, lo que ha pasado en relación al asalto de los edificios de los tres poderes del Estado en Brasilia no es una acción exclusiva de masas de sectores ultraderechistas. En todos los espectros políticos aparecen estos per- sonajes que, abrasados por un impulso irracional y motivados por liderazgos populistas, creen que sus particulares frustraciones y molestias justifican cualquier acto vandálico, cualquier saqueo y cualquier violencia.
Es el síntoma de grupos de personas inconscientes de su destino e indiferentes a la democracia como mecanismo de paz y progreso. Hoy son los bolsonaristas, ayer fueron los trumpistas, los fanáticos de cualquier rincón del mundo, antes de aquí o de allá, que creen que la violencia es legítima.
Rodrigo Reyes Sangermani