Si hay un artista que sabe de perseverancia, ese es Víctor Sepúlveda, creador de la Sala Arte Mercado, espacio que se inauguró en septiembre del año 2019 en Chillán. Pero la idea en la cabeza del artista visual comenzó a rondar en el año 2015, en el cual comenzó a conversar con las autoridades de la época para conseguir apoyo.
“Al principio fue una idea y en ese tiempo era una nebulosa, yo quería que la sala fuera distinta a todo lo que había, algo más cercano a la gente, y qué mejor que el mercado techado, yo soñaba con democratizar la cultura”, recuerda.
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Hasta la inauguración de la sala, Víctor trabajaba en algo que estaba lejos del arte, por lo que la apertura del espacio definió al artista que siempre vivió curioso e inquieto dentro de él. Y a pesar que la sala estuvo pocos meses abierta, puesto que en marzo del 2020 debió cerrar por la pandemia, Víctor no bajó los brazos y subió el espacio al carro de las redes sociales.
Logró hacer convenios con distintas salas del mundo como la Sala Arauco de Alemania, en donde actualmente hay seis artistas de la región exhibiendo sus obras. Y se vienen más proyectos. Lo que Víctor quiere hoy es que los artistas locales tengan las oportunidades de desarrollo que él añoró por décadas.
Teatro Internacional
Viviana Moscoso, actriz, docente y directora teatral, corre por estos días preparando la versión 28 del Encuentro Internacional de Teatro para Chillán (Entepach), que se desarrollará en enero próximo. Mientras ajusta los detalles, hace un repaso de estos 27 años desde 1994, cuando realizó a puro esfuerzo la primera versión. Viviana recuerda que ideó la actividad puesto que junto a sus colegas actores veían con impotencia cómo los grandes espectáculos pasaban de largo sin entrar a la ciudad. Desde esa primera función, han pasado 27 Entepach de forma ininterrumpida y solo recuerda una amenaza, la llegada del Covid-19 en 2020. “Pensé: hasta aquí llegamos, pero luego descubrimos todo lo telemático y nos lanzamos con una versión digital, montamos con el tiempo obras como ‘Jubiladas en cuarentena’ e hicimos hasta talleres”, dice.
Los inicios de Entepach fueron con el alcalde de la época Aldo Bernucci, quien tomó la idea y la subvencionó. Todo partió en la Sala Lázaro Cárdenas, para luego emigrar al Cine O’Higgins que había dejado de funcionar como tal. El problema era el poco espacio del escenario, que no permitía a las compañías implementar escenografías muy elaboradas. A inicios del 2000, Viviana y su equipo propusieron al municipio abrir el Teatro Municipal, que por esos años exponía su obra gruesa. El elefante blanco se convirtió en el escenario de la actividad y durante años, hasta su habilitación, fue la casa de los actores y actrices de Entepach.
Sobre si alguna vez pensó en no seguir, revela que “a veces sí, cuando golpeo puertas y no se abren. Me gustaría poder ofrecerles mejores honorarios a las compañías. Pero seguimos dándolo todo porque entendemos que es una actividad importante para la ciudad”.
Festival Nacional del Folclor
El Festival Nacional del Folclor ha tenido todo en contra desde el mismo año en que se hizo la primera versión en febrero del 2010. El 26 de febrero de ese año se realizaba la primera edición de esta actividad creada por el folclorista Osvaldo Alveal. La jornada terminó cerca de la medianoche y tres horas más tarde vino el terremoto. Los dos días restantes de festival debieron suspenderse y la organización tuvo que hacer lo imposible para que artistas y delegaciones pudieran regresar a sus ciudades.
Ese no sería el único problema, puesto que la versión 2020 se desarrolló post estallido social, siendo el Huaso Filomeno quien pagó la consecuencias del descontento popular en el escenario al aire libre. La organización resolvió trasladar la actividad a la Casa del Deporte. Luego vendría la pandemia, y dos años sin realización (este 2022 el aforo del Teatro no lo permitió), en la confianza de su regreso para el año 2023.
“No se puede terminar, es una actividad que se hizo con mucho esfuerzo y que se ha ganado un lugar en el circuito de los festivales a nivel nacional”, dice su creador.
“Estamos haciendo las gestiones porque queremos que el Festival regrese al sitial que tenía hasta antes de la pandemia, si ni siquiera un terremoto lo pudo acallar”, dice con entusiasmo Osvaldo Alveal, quien sueña con la nueva versión.
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