Sus videos acumulan miles de Me Gusta y a través de los mismos, los chillanejos nos hemos enterado de “aberraciones” al patrimonio, como la reja que el Centro Español instaló al lado de la Catedral de Chillán, o del panel que tapa completamente la fachada de una casa moderna en calle Isabel Riquelme, al lado de Ferretería Madrid. Se trata de la cuenta en la red social TikTok de Celso Monsalve (celso.monsalve), presidente del Colegio de Arquitectos Delegación Zonal Ñuble, quien desde hace algunos meses se ha dedicado a recorrer las calles de la ciudad teléfono en mano, no solo para denunciar atropellos al patrimonio, sino también haciendo imágenes y repasando la historia y características de aquellos inmuebles que tienen carácter patrimonial, resultado de la arquitectura moderna post terremoto de 1939.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]
La Discusión conversó con Celso para conocer en detalle cómo llegó a la popular red social, con el fin de exponer los tesoros que los chillanejos pocas veces valoran.
-¿Cómo nace la idea de subir estos videos a TikTok?
-En el Colegio de Arquitectos siempre hemos querido mantener viva la llama del patrimonio. Tenemos un Instagram, pero quisimos explorar otras. Esto también nace de la necesidad de denunciar el deterioro de muchas de las viviendas patrimoniales de Chillán. Sin ir más lejos, la Casa Chejade fue intervenida por el Ministerio del Trabajo, de mala forma. Nos dio mucha pena que después de tanto esfuerzo y cuidado que la misma Municipalidad de Chillán y la Unidad de Patrimonio ha tenido, venga cualquier persona y le dé lo mismo. Creemos que a través de la educación, podemos transmitir que tenemos un patrimonio importante y uno de los medios más efectivos, sobre todo para las generaciones jóvenes, son las redes sociales.
-¿Cómo vas eligiendo los lugares que vas mostrando?
-Chillán está bastante avanzado en la recopilación de los edificios patrimoniales. De hecho, nuestro plan regulador tiene una veintena de edificios de carácter histórico, aparte de los Monumentos Nacionales como la Catedral, Los Carmelitas y el Edificio Copelec. Pero eso es conocido más por los arquitectos o por gente interesada en patrimonio, entonces lo que hago es que cuando voy al centro, tomo imágenes para compilar la información y crear los post.
-¿Qué te comenta la gente?
-Uno va viendo que lo que da resultado es lo que genera interés o incluso un poco de polémica. Por ejemplo, la casa mal intervenida o el inmueble en medio de dos edificios. Me pasó con la intervención que se estaba haciendo al lado de la Catedral. El concesionario del Centro Español intervino, puso su reja y quedó feo. Era fácil entonces que la gente tomara partido. Tengo algunos post que tienen miles de likes o comentarios. Pero uno a veces también recibe harta crítica negativa, me han dicho que por qué criticamos tanto. Pero todo en el fondo es llamar la atención de las personas que nos están viendo y de esa manera educar respecto a nuestro patrimonio y al cuidado que hay que tener.
-¿Cuáles son los inmuebles que corren más peligro?
-Tenemos bien detectado el tema patrimonial en Chillán. Están los edificios grandes que todos conocemos que están con algún grado de deterioro, pero creo que el Estado en algún minuto tendrá que hacerse cargo. Las que sí están en franco peligro son las casas patrimoniales. Chillán tiene una riqueza patrimonial del modernismo que fue una tendencia muy fuerte en la década del cincuenta y sesenta y dejó ejemplos extraordinarios en Chillán: la Casa Chejade, la Casa Cuitiño (Geómetra), la Casa Barco, son alrededor de 20. Esas casas están siendo intervenidas. La Casa Chejade fue adquirida por el Ministerio del Trabajo, nadie pensó que iban a hacer una intervención tan mal hecha ahí. Por ser organismo público, debieron tener más cuidado. La Casa Cuitiño está en venta en un sector muy cotizado por las inmobiliarias, por lo que corre un tremendo peligro, a pesar de la protección que tiene por ser inmueble histórico. Estas casas, además, corren peligro porque están en el centro de Chillán y las inmobiliarias están avanzando.
-En dos años han proliferado las torres en el centro de Chillán. ¿Cuál es la visión de ustedes respecto de este fenómeno?
-Ahí hubo una falla en el 2016, cuando se elaboró el nuevo plan regulador y no se puso límites a la construcción de edificios en su altura, y eso comenzó a ser visto como una rentabilidad. Ese fue un error político. Hay que arreglar este tema y creemos que hay conciencia que hay que poner limites a la altura. No queremos con esto frenar el crecimiento de la ciudad, pero sí poner un equilibrio, tenemos que ser una ciudad mediana, sin estas tremendas torres que dan mucha sombra y que amenazan las casas patrimoniales que pueden ser compradas y destruidas.
-¿Los nuevos edificios han destruido patrimonio?
-Ninguna casa del catálogo, pero sí destruyeron casas que potencialmente podrían haber sido parte de este plan regulador si fuera más sensible. Hay casas que botaron en calle 18 de Septiembre, que además es una calle angosta. Eran casas patrimoniales, si se les hubiera puesto una protección, a lo mejor el proyecto inmobiliario las podría haber incluido por último manteniendo la fachada.
-¿Cuál es el llamado?
-Reconozcamos que Chillán tiene un patrimonio, que es una herencia cultural. Que fue diseñada pensando en forma vanguardista. Vemos al chillanejo común y corriente que no le toma el peso a cuidar las cosas que nos dejaron nuestros abuelos. Reconocer que en eso está nuestra identidad, lo que nos define como ciudad. Cada ciudad reconoce su esencia y la de nosotros es una ciudad con impronta modernista.
[/bg_collapse]
