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El Gobierno argentino ha negado rotundamente cualquier responsabilidad en la presunta violación del espacio aéreo chileno, un incidente que provocó el despliegue de aviones de combate de la Fuerza Aérea de Chile desde la base aérea de Punta Arenas. Según fuentes del Ministerio de Defensa argentino, la única actividad registrada por la Fuerza Aérea el martes 27 de agosto fue un vuelo de LADE (Líneas Aéreas del Estado) operado con un avión Twin Otter, que cubría la ruta entre Río Gallegos y Ushuaia, localidades en el extremo sur del país.
El Ministerio de Defensa argentino subrayó que este fue el “único vuelo” realizado ese día, sin ningún tipo de operación militar o de combate, y que además no coincidía con el horario reportado por las autoridades chilenas.
La ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, confirmó que la situación está siendo investigada y destacó la necesidad de esclarecer si se trató realmente de una aeronave, su tipo, y si era privada o militar. Tohá informó que se ha establecido contacto con el gobierno argentino a través del embajador chileno en Buenos Aires, José Antonio Viera-Gallo, para colaborar en la aclaración del incidente.
Este cruce de versiones subraya la delicadeza de la situación, que podría afectar las relaciones bilaterales entre Argentina y Chile, aunque ambos gobiernos parecen estar dispuestos a trabajar en conjunto para esclarecer los hechos.
