En la víspera de la segunda vuelta presidencial en Argentina, el ministro de Economía, Sergio Massa, y el diputado libertario Javier Milei concluyeron sus campañas con discursos y enfoques divergentes, generando expectación sobre el desenlace de unos comicios que mantienen en vilo al país suramericano.
Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, eligió la central provincia de Córdoba, el segundo mayor distrito electoral del país, para cerrar su campaña con un acto masivo y eufórico. En un tono triunfalista, Milei instó a la población a “ponerse de pie” y cambiar la historia, proclamando: “Los votos están y les vamos a ganar. ¡Viva la libertad, carajo!”.
Por su parte, Sergio Massa optó por un enfoque más discreto y diverso para el cierre de su campaña. Participó en encuentros cerrados, incluyendo uno organizado por las principales entidades empresariales del país, y se reunió con estudiantes de un colegio secundario público en Buenos Aires. Ante los estudiantes, Massa expresó su compromiso de dejar su alma y fuerza para construir un país que, aunque hoy es una utopía, puede hacerse realidad.
La tensión política ha ido en aumento desde la primera vuelta del 22 de octubre, donde Massa sorprendió al obtener el primer lugar con el 36,78%, relegando a Milei al segundo puesto con el 29,99%. La decisión de ex presidente Mauricio Macri y Patricia Bullrich de apoyar a Milei abrió grietas en la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio, generando divisiones entre sus dirigentes.
La alianza entre Macri y Milei también dividió a La Libertad Avanza, donde algunos miembros rechazan la colaboración con el exmandatario. Mientras tanto, Massa ha buscado formar un Gobierno de unidad, logrando la adhesión de algunos peronistas disidentes en el camino.
Con la incertidumbre política en aumento, los argentinos se preparan para acudir a las urnas este domingo, esperando que la elección defina el rumbo del país en los próximos años.
