Señor Director:
Como Junta de Vigilancia del Río Ñuble, nos parece de gran valor que haya decidido cerrar el vertiginoso 2020 con un tema tan importante a nivel país y regional, como lo es la escasez hídrica. Como organización de usuarios de agua (Ouas) observamos que cada año el déficit aumenta y hoy, bordea el 40% comparado con un periodo hidrológico normal. Lamentablemente, los pronósticos no señalan que saldremos prontamente de esta situación de sequía.
Entendemos que, como menciona en la reciente editorial publicada el 31 de diciembre de 2020, existen voluntades para enfrentar este escenario. Desde el mundo privado, hemos hecho grandes esfuerzos por mejorar la eficiencia en materia de distribución del agua, implementado tecnología de primer nivel, generando asociatividad con el mundo académico y público, con el fin de mejorar la labor que realizamos las Ouas a nivel país y en particular en la cuenca del Ñuble. No obstante, aún quedan desafíos importantes, principalmente para el sector público.
Son las autoridades las que deben tomar cartas en el asunto, cartas serias como, por ejemplo, concretar de una vez por todas, las obras de regulación (embalses) comprometidas para nuestra zona, tan necesarias para el desarrollo social y agrícola de la región.
Sin riego y sin el embalse La Punilla, desaparece el campo y gran parte del patrimonio rural. A diario vemos como los predios se secan, escasea el agua para los animales, los cultivos dejan de crecer y las personas se quedan con pérdidas irrecuperables. Como bien lo indica su editorial “lamentablemente, las medidas están llegando tarde y son insuficientes, porque sin hacer mucho ruido, la sequía sigue azotando a Ñuble y al país”. Gracias por exponer esta realidad, sin duda sería de gran satisfacción que sus palabras y las de tantos ñublensinos, tuvieran eco y se materializaran en soluciones reales y concretas
Salvador Salgado Malverde
Gerente Junta de Vigilancia del río Ñuble
