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La canciller alemana Angela Merkel hizo en gesto este miércoles en Berlín en dirección a Boris Johnson al considerar posible que se halle un acuerdo negociado “en los próximos 30 días” para el Brexit que satisfaga las exigencias del nuevo primer ministro británico.
“Deseo un acuerdo negociado”, declaró la canciller alemana en Berlín al recibir a su homólogo británico, que realizó su primera visita oficial al extranjero desde que asumiera el cargo, al inicio de una gira diplomática por Europa.
Las discusiones sobre una salida negociada del Reino Unido del bloque comunitario tropiezan en el mecanismo llamado “salvaguarda irlandesa”, previsto en el acuerdo que cerraron Londres y la UE.
Esta controvertida disposición es un dispositivo de último recurso para asegurar que, si no se encuentra una solución mejor, no se vuelva a instaurar una frontera física entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
El mecanismo tendría como consecuencia el mantenimiento del conjunto del Reino Unido dentro de la Unión aduanera con los países de la UE hasta que las dos partes encuentren una solución para definir su futura relación post-Brexit, en un plazo de unos dos años.
A principios de semana, Boris Johnson recalcó que se oponía a esta disposición e instó a los países de la UE a reanudar la negociación.
Alemania, un país que tradicionalmente se ha alineado con el Reino Unido en cuestiones económicas de la UE en las últimas décadas, en especial sobre temas de comercio y libre comercio, teme particularmente los efectos que pueda tener un Brexit “duro”.
Una salida de Reino Unido sin acuerdo tendría unos efectos nefastos en las exportaciones alemanas, pilar de la economía nacional.
La perspectiva de una salida rápida de Reino Unido, combinada con las tensiones comerciales internacionales, “nos da dolores de cabeza”, había advertido previamente la canciller en un discurso en Leipzig, pues la economía alemana atraviesa momentos delicados.