La región de Ñuble destaca por mantener un sobresaliente ritmo de vacunación contra el Covid-19 a nivel nacional.
A la fecha, el territorio ocupa el segundo lugar con un 46,4% de avance en la cobertura de personas vacunadas con 1° y 2° dosis, después de Magallanes que lidera en la primera posición, con 48,5%. Mientras que el rendimiento logrado, en aquellas personas con la primera dosis, Ñuble alcanza el 58,5% y la región del extremo sur, 63,7%.
Pero a pesar de mantener un alto nivel de ejecución en el plan de inoculación, la región no logra experimentar una caída sustancial de los contagios y una baja drástica en la ocupación hospitalaria de la red de salud, que ha quintuplicado su capacidad de camas críticas producto de la pandemia.
¿Qué hay detrás de esta realidad local que representa el momento epidemiológico que vive Chile como uno de los países que más vacunan, pero que no puede frenar la infección?
La académica de la Universidad Pedro de Valdivia y perito enfermera, Daniela Raffo, aclara que la irrupción de las nuevas variantes de coronavirus ha influido en que se mantengan altos los casos, ya que las vacunas fueron desarrolladas para proteger a la población de la cepa principal.
“Uno de los factores porque los contagios han aumentado a pesar de la vacunación, es que tenemos un alto índice de la cepa que se está dando en Brasil, que no la teníamos en el país hasta enero de este año, por lo tanto, puedes vacunar todo lo que quieras, pero si la cepa no es la que protege la vacuna, lo más probable es que la vacuna va servir para las otras cepas, pero no para aquellas que están circulando en mayor magnitud en este momento”, sostiene.
Agrega que la inoculación no es la única medida que permitirá bajar los casos y que los efectos del proceso de vacunación, aún en marcha, no son inmediatos, pues hay plazos determinados para alcanzar la inmunidad adecuada.
“Primero los efectos reales de protección de la vacuna se van a ver en 15 días después de que se puso la segunda dosis, no antes. Segundo, la vacunación ayuda en el fondo, pero no es la única medida y las vacunas que se están utilizando son para las cepas que estaba identificadas durante el año 2019 y 2020, no para estas variantes nuevas”, indica.
A juicio de la enfermera uno de los factores que puede incidir en la lenta baja de los contagios puede generarse, porque tal vez el sistema de control, altamente demandado en estas circunstancias, no logra llegar a aquellos lugares rurales y alejados, donde existe una actividad agrícola en plena producción.
“Lo más probable es que la vigilancia de la cuarentena propiamente tal no haya llegado a los lugares más rurales y alejados. Basta con que una persona que fue a la ciudad y visitó a otras personas, sin lavarse las manos o usar mascarilla o algo pasó, regresó al campo y probablemente hayan comunidades con altos índices de contagios. (…) Como no se ha generado una red de soporte para poder trabajar estas cuarentenas de buena manera, la gente igual sale a trabajar y a estudiar, porque no tienen cómo hacerlo de otra manera”, explica.
Respecto a la posibilidad de cumplir la meta trazada por el Gobierno de alcanzar la inmunidad a fines de julio, la profesional de la UPV sostiene que hay varios factores que pueden alejarnos de ella y enlentecer la inoculación.
“Chile tiene muchos inmigrantes, y la cultura de la salud que viene de otros países no es como acá, porque de alguna manera, por ejemplo, en EE.UU ellos no tienen un programa de vacunación, donde se vacunen todos los niños. Allá se vacunan las personas que pueden pagar. Aquí eso no ocurre y la vacuna es accesible para todos, para aquellos que tienen residencia en el país. Pero hay muchas personas, que son inmigrantes y están en una situación irregular que no se acercan a los centros, porque tienen miedo que los deporten, que les pase algo, cosa que en rigor no es así”, detalla.
“A parte de los nuevos virus que tenemos que pueden disminuir la efectividad de la vacuna, no hemos llegado a una vacunación al 100%. No tenemos a toda la población vacunada, tampoco tenemos el índice de población de riesgo vacunada como para realmente hablar de una vacunación en capullo”, añade.
Desde la mirada de la doctora en Enfermería y académica de la Universidad Bío-Bío, Carolina Luengo, una de las razones que puede influir en que Ñuble aún no pueda mejorar sus indicadores a pesar de mantener un buen ritmo de vacunación, es el comportamiento del grupo etario más joven que será convocado.
“Justamente ese grupo, menores de 40 años, son las personas que muchas veces no cumplen todas las medidas de cautela. Entonces, han asistido a fiestas o han tenido otras actividades, lo que ha diseminado el virus, además, aún no se han vacunado y recién ahora se van a empezar a vacunar las edades más tempranas”, señala.
La profesional de la UBB expone que muchas personas al acceder a la primera dosis bajan la guardia y el autocuidado.
“Porque a lo mejor se sintieron confiados con tener una sola vacuna, pero tienen que tener las dos y esperar un plazo determinado para que la personas tengan la inmunidad y aun así no se pueden disminuir todas las precauciones. Con la vacuna te puedes contagiar igual, pero evidentemente disminuye la tasa de mortalidad y de hospitalización”, enfatiza.
Finalmente, la docente confía en que la inmunidad colectiva se alcance de acuerdo a lo proyectado por el Ministerio de Salud, pero en la medida que los grupos más jóvenes accedan a las dosis. “Porque hay mucha reticencia de aquellos grupos etarios a vacunarse, por creencias individuales. (…) La cobertura de vacunación ha sido bastante accesible, además hay puntos de vacunación en distintas partes. La comunicación ha sido buena, porque llega por distintos medios no solo por la televisión, sino por Facebook y WhatsApp”, comenta.
Menor efectividad para evitar contagios
Para el epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Gabriel Cavada, el aumento de contagios por Covid tiene relación con la efectividad de la vacuna, ya que según los estudios científicos revelados recientemente por el Minsal las dosis de CoronaVac tienen un 67% de efectividad para prevenir los contagios.
“Recordemos que la vacuna previene fundamentalmente un 87% de cursos de enfermedades moderadas a graves, y eventualmente muertes un 80%, pero cuando hablamos de prevenir contagios la cosa baja un poco, como a 60%, entonces eso de alguna forma explica de que el porcentaje de personas vacunadas no esté incidiendo en la baja de contagios, lo que sí deberíamos ver en un futuro cercano, de aquí a unas dos o tres semanas, ya sea una reducción bastante importante en la curva de muertos y una descompresión del sistema hospitalario, pero esto no necesariamente todavía va a correlacionar con la cantidad de contagios porque la vacuna es menos efectiva a la hora de prevenir contagios, por eso se insiste tanto el hecho de tener buenas coberturas vacunales y eso todavía no nos libra del autocuidado”, explica.
Los adultos mayores, que en un principio representaron el segmento de mayor riesgo, hoy día están altamente protegidos de las enfermedades graves del Covid-19, por lo que ahora el virus ataca a los rangos etarios más jóvenes que aún no acceden a la vacuna.
“De ahí la necesidad de que se pudiera apurar un poco el calendario de vacunación, de modo tal que pudiéramos incluir lo más rápido posible a los rangos etarios menores”, dice el académico.
La edad promedio de las personas hospitalizadas en UCI por Covid es de 51 años en Ñuble, por lo que el investigador en Salud Pública y académico de la Escuela de Gobierno de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Eduardo Undurraga, indica que “eso está demostrando que la vacuna está comenzado a hacer efecto en aquellos que tienen más de dos semanas después de la segunda dosis, recién estamos viendo los efectos de ese grupo”.
“El grupo menor de 50 años es un grupo que en general hace menos síntomas con el virus, y sin embargo, es el grupo que más ha crecido en UCI a nivel país, y eso nos dice que el contagio los estamos viendo en ese grupo de edad en parte por la vacunación y en parte también es por la apatía pandémica, que la gente ante las novedades de un riesgo y amenazas son muy cuidadosos, y en la medida que va avanzando el tiempo empiezan a perder el cuidado porque se empiezan a cansar, y eso es lo que nos pasa: queremos ya ver a nuestra gente, estar con amigos, salir a trabajar, entonces eso a veces puede jugar en contra porque disminuye la percepción del riesgo del Covid”, sostiene.
Más muertes este año
Así como la región de Ñuble experimenta un aumento de contagios, también registra un elevado número de decesos, de hecho el 54% de las muertes por Covid han ocurrido este 2021.
En esa línea, el investigador en Salud Pública, Eduardo Undurraga, afirma que no se trata de que haya aumentado la letalidad del virus, “lo que ha pasado es que ha habido muchos más infectados y eso va de la mano con un mayor número de fallecidos”.
Destaca que en la última ola de contagios influyen dos aspectos importantes. Primero, las personas modificaron su comportamiento y relajaron las medidas de autocuidado, y segundo, ante la presencia de una herramienta más efectiva, como es la vacuna, las personas que se aplicaron la primera dosis se sienten más protegidas y asumen más conductas de riesgo, dejando de lado las recomendaciones de la autoridad sanitaria y sin tomar cuenta que la efectividad del fármaco se consigue 14 días después de suministrada la segunda dosis, y que aún así es necesario mantener las medidas preventivas.
“Ninguna de las medidas de salud pública por sí sola, incluyendo la vacunación, va a prevenir que nos contagiemos. Ninguna medida sola va a solucionar la epidemia, sino que tenemos que ir sumando medida, respetarlas, acostumbrarnos a usar mascarilla, a mantener la distancia, ojalá todos vacunarnos, y en ese sentido, si las acumulamos hacemos un bloque duro contra el Covid”, subraya.
Respecto a los decesos por Covid, el subdirector de Gestión Asistencial del Servicio de Salud Ñuble, Max Besser, sostiene que la letalidad ha ido descendiendo de manera paulatina en la región.
“El año pasado teníamos un promedio de casos diarios mucho menor a lo que tenemos actualmente, recordemos que teníamos alrededor de 50 casos diarios, y ahora es habitual tener sobre 100 casos diarios, incluso hay días en que hemos pasado los 200, por eso se explica las personas que han fallecido más este año, en comparación al 2020. Teniendo una letalidad, que son las personas que fallecen en relación a los enfermos, y ese número lo hemos ido bajando levemente en este último periodo, pero para poder bajar el número de fallecidos primero tenemos que disminuir el número de contagios”, dice.
“Por eso tenemos que insistir en que la lucha contra el coronavirus no la vamos a vencer dentro de los hospitales, la lucha está en el cuidado personal, en la responsabilidad, en adoptar las medidas de la autoridad sanitaria, evitar los contagios y de esa forma vamos a poder frenar esta cadena contagio, disminuir el número de hospitalizados y de fallecidos”, añade.
Texto: Susana Núñez / Antonieta Meleán