Altas temperaturas pueden afectar eficacia de medicamentos
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Durante la temporada estival, el calor intenso no solo afecta a las personas, sino también a los medicamentos, cuya efectividad puede verse comprometida si no se almacenan correctamente. La exposición prolongada a altas temperaturas y humedad puede alterar su composición química, poniendo en riesgo la salud de quienes los utilizan.
Entre los fármacos que pueden verse afectados durante las olas de calor los que se utilizan para tratar enfermedades crónicas, por ejemplo, los diuréticos y antihipertensivos. Por ello, es crucial mantener los controles médicos al día y seguir rigurosamente las recomendaciones de conservación para así asegurar su acción terapéutica.
De acuerdo con Cecilia Vera, jefa de la Unidad de Farmacia de Especialidades Ambulatorias del Centro Ambulatorio de Especialidades del Hospital Clínico Herminda Martín, uno de los principales errores es guardar los fármacos en lugares con condiciones ambientales inadecuadas, como la cocina o el baño. “Para garantizar el rendimiento de los medicamentos, es esencial almacenarlos en lugares frescos y secos, lejos de la luz solar directa y de fuentes de calor. De lo contrario, algunos de estos pueden volverse ineficaces”, advierte la especialista.
Otro error común es dejar los medicamentos dentro del auto, ya que las temperaturas elevadas pueden afectar su composición. Si en el exterior el calor alcanza entre 30 y 35 grados, en el interior del vehículo puede aumentar entre 10 y 20 grados más, lo que compromete la acción terapéutica de los fármacos.
Además, la química farmacéutica agregó que retirar el empaque del medicamento es un error frecuente, ya que este actúa como una barrera protectora contra la humedad y la luz directa.
“Algunos medicamentos deben mantenerse entre 2 °C y 8 °C, por lo que es fundamental guardarlos en el interior del refrigerador, idealmente en la bandeja del medio, evitando la puerta, donde la temperatura varía constantemente. También es recomendable no ubicarlos en el fondo de éste, para prevenir su congelación, es decir nunca hay que guardarlos en el congelador”, explicó la especialista.
Además, agregó que, en caso de traslado, es esencial leer las indicaciones del envase y utilizar bolsas o cajas aislantes que ayuden a conservar la temperatura adecuada. “Esto es especialmente importante para fármacos sensibles al calor, como la insulina o ciertos antibióticos”.
Asimismo, si se realizará un viaje largo, la especialista recomendó transportar los fármacos en envases térmicos, para mantener su estabilidad. “El uso de coolers o unidades refrigerantes es clave para conservar los medicamentos en viajes largos durante el verano”, aseguró.
Respecto a la utilización de los pastilleros, que sirven para organizar los medicamentos que se deben tomar de forma periódica, la química farmacéutica sugirió que lo ideal es dejarlos solo una semana en estos contenedores, en las dosis indicadas, guardando el resto siempre en sus cajas originales, junto con el prospecto con la información relevante.