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Allende y el 11 de septiembre de 1973

Señor Director:

No es posible desligar la figura de Salvador Allende de su programa de gobierno. Un fragmento como el siguiente, evidencia tal cosa: “Apoyar al candidato de la Unidad Popular no significa, por tanto, sólo votar por un hombre, sino también pronunciarse en favor del reemplazo urgente de la actual sociedad … “. Es decir, se trataba de un proceso revolucionario que pretendía hacer cambios profundos, fundamentalmente en lo económico y político, pero dentro de la legalidad vigente. De este modo, un proyecto de estas características comenzó a tener admiración en intelectuales y políticos de Europa y EE.UU. Básicamente esto es lo que explica la popularidad de Allende en el exterior y el impacto que produjo su derrocamiento. La izquierda democrática internacional de la época se había frustrado con los “socialismos reales “ y quisieron creer que la vía chilena sería exitosa. De allí surge el “Allende mártir “, similar al Che Guevara. Y como corolario, la condena de una revolución democrática derribada por golpistas reaccionarios que truncaron el sueño de una sociedad marxista.

El Chile de la UP era un experimento más bien teórico, porque ninguna economía socialista había surgido, más que por medio de transferencias de poder violentas o inconstitucionales. Esta curiosidad captó el interés internacional desde un comienzo. Muchos observadores vinieron al país, para conocer in situ el proceso político que establecería el socialismo bajo las reglas de la democracia. Por lo tanto, el caso chileno estaba siendo considerado como excepcional.

Marcelo Moraga A.

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