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Señor Director:
En el contexto de las ciudades fundadas en el Reino de Chile, en el período de Conquista y de Colonia, varias de ellas fueron refundadas y/o reubicadas, por diversas causales: asaltos, destrucción, inundaciones y terremotos. Por ejemplo, Concepción y Chillán, las cuales se ubican en el territorio denominado como la “cuna de Chile” (Sagredo 1998), entre La Serena y Concepción.
Chillán con su trayectoria de 444 años, fundada el 26 de junio de 1580, ha contado con una extensa historia político administrativa, la cual se presta a confusiones en más de una ocasión.
Refundada en 1664, 1751 y 1835, cambiada de emplazamiento en tres ocasiones: orilla norte del río Chillán, en el Alto de la Horca y en el actual Chillán. Jurídicamente, la ciudad de Chillán mantiene su historia y su nombre, a pesar de los traslados y reinstalaciones en estos cuatro siglos. Sin embargo, se produce una peculiaridad en el terremoto de 1835, cuando un grupo de vecinos decide quedarse en ese segundo territorio a reconstruir sus casas, en desacato a las órdenes emanadas de la autoridad, las cuales trasladan la ciudad con sus instituciones más al norte. Sesenta años después, en 1895 (gobierno de J. Montt), se materializa el estudio de Balmaceda de 1887 y se le reconoce al “pueblo viejo reconstruido” como comuna autónoma, nominándola recién desde ese momento como “Chillán Viejo”, la cual perduró hasta 1928.
En el gobierno de Ibáñez (1928), administrativamente la comuna de Chillán Viejo desaparece, al decidir la autoridad, anexar su población, a la ciudad histórica de Chillán. En 1939 la ciudad fue destruida en el terremoto de ese año y volvió a reconstruirse. En 1995 (gobierno de Frei Ruiz-Tagle) se restaura la comuna de “Chillán Viejo” permaneciendo hasta hoy. Así, en el siglo XXI, Chillán según el INE, es una ciudad conurbada con la comuna de Chillán Viejo.
Alicia Romero Silva
Historiadora