83 años han pasado desde que David Alfaro Siqueiros estuvo en Chillán, no solo pintando un mural en la Biblioteca de la Escuela que México donó a Chile tras el terremoto de 1939. El artista azteca caminó por estas calles, conoció a personajes de la cultura local, forjó lazos y conoció de la gastronomía y, probablemente, de algún amor pasajero.
Esta trama fue tomada por los escritores Claudio Martínez y Alvaro Briones para realizar una investigación de tres años que acaba de terminar con la edición de un libro editado por el Fondo de Cultura Económica y que se titula “El mural en el fin del mundo”.
La Discusión conversó con el coautor chillanejo, el arquitecto y escritor Claudio Martínez, para conocer los detalles de la vida que David Alfaro Siqueiros pudo haber llevado en esta ciudad que lo acogió por varios meses.
El libro se lanzaría en abril de este año y no se descarta que se pueda hacer en Chillán, a través de una ceremonia en la misma Biblioteca de la Escuela México, la que por más 80 años ha guardado celosamente a “Muerte al invasor”.
¿Por qué nace la idea de este libro?
-Nace de conversaciones con mi amigo y escritor Alvaro Briones, quien vive en Cuernavaca, México. En ese lugar, Siqueiros tuvo su último taller que se llamaba La Tallería. Conversamos mucho en torno a las viviencias que tuve como alumno de la Escuela México y Alvaro me propone escribir una novela sobre Siqueiros, su estadía en Chillán, sobre los murales que pintó. Me la propone a cuatro manos, como se dice, él desarrolla la parte mexicana y por mi parte me tocó investigar la historia del azteca en Chillán.
-¿Cuanto tiempo les tomó?
-Alrededor de dos a tres años porque hicimos una investigación histórica no solo del periodo en que Siqueiros está en Chillán, sino que mucho más allá. Hay un periodo en que aparece Trotsky y eso es clave. Hicimos una investigación de un periodo de la historia de Europa donde se mezcla la aparición de la Unión Soviética, Trosky y su intento de asesinato y la llegada de Siqueiros a Chillán.
-¿En esta investigación encontraron datos inéditos?
-Encontramos cosas singulares. La relación que tiene Siqueiros con su primera esposa, Blanca Luz Brum, que es una poetisa uruguaya de la cual se divorcia antes de venir a Chile. Blanca ya está en Chile cuando Siqueiros llega en Chillán. Hay un capítulo en donde desarrollamos esta relación porque en la investigación encontramos detalles bien apasionantes o interesantes de esta poetisa uruguaya. Ella finalmente se queda en Chile y termina adhiriendo a la dictadura de Pinochet, incluso entregando sus joyas al régimen militar. Sin embargo, cuando vivieron en México, en los inicios de su relación, habían estado vinculados al Partido Comunista mexicano. Descubrimos un episodio de esta poetisa que tiene como resultado el otro mural de Siqueiros en Sudamérica que está en Buenos Aires. El de Chillán tiene un contenido histórico y político y el de Argentina es más liviano, si podemos llamarlo así, al carecer de contenido político.
-¿Algún detalle oculto que puedan adelantar?
Los detalles no sabidos de la vida de Siqueiros están en la novela, pero encontramos una historia muy cercana a la realidad probablemente y dice relación con un supuesto romance que habría tenido Siqueiros con una chillaneja.
-¿Cuál es la importancia que como chillanejo le atribuye a este libro?
-Esta novela es muy importante para conocer esa joya patrimonial que tiene Chillán y que goza de prestigio mundial, algo que no siempre los chillanejos apreciamos. En este proceso de investigación y de conversaciones con Alvaro Briones fuimos profundizando en torno a la vida de Siqueiros y un periodo de la vida política de Chile y el mundo con la aparición de la Unión Soviética. Esto dura hasta el régimen de la Pedro Aguirre Cerca, y encontramos que hay una línea conductora muy interesante que exploramos y que de alguna manera está reflejada en el libro.