Señor Director:
El fraude al bono de clase media que cometieron 437.000 personas, y de ellas 37.100 funcionarios públicos, demuestra el real peligro de la creación de un fondo solidario previsional, que recaude la cotización adicional que se discute en la reforma previsional.
Nuestro sistema privado de pensiones tendrá muchos cuestionamientos, pero jamás se ha perdido dinero por fraude, como era común en nuestro antiguo sistema previsional administrado por el Estado, lo que finalmente llevó a su quiebra financiera.
Tampoco debemos olvidar las miles de falsas pensiones a exonerados políticos, que nuevamente evidencian la desprolijidad del Estado con recursos de todos.
Lamentablemente, hoy la oposición propone destinar el 6% de la cotización adicional íntegramente al fondo común, con todos los riesgos reales que ello implica.
La única forma de evitar posibles fraudes, es que la cotización adicional sea a cargo del trabajador, pues así el dinero queda registrado a su nombre, imposibilitando cualquier tipo de fraude.
Eduardo Jerez Sanhueza