Alcorp, la constructora chillaneja que dirige Ariel Larenas del Valle, inauguró su proyecto Centro Urbano 18-S, ubicado en calle 18 de Septiembre (entre Vega de Saldías y Gamero), compuesto por una torre de oficinas de 11 pisos más subterráneo, un edificio de estacionamientos de cinco niveles más subterráneo, un cowork (arriendo de oficinas y espacios comunes) y cuatro locales comerciales.
El conjunto, de 13 mil metros cuadrados, suma 149 oficinas de distinto tamaño, de las cuales un 80% ya están vendidas y serán ocupadas por profesionales (dentistas, médicos, abogados e ingenieros, entre otros), por empresas e instituciones públicas, como la Corporación Administrativa del Poder Judicial y, probablemente, el Ministerio de Obras Públicas.
Larenas destacó el aporte urbano y arquitectónico de la obra, que se retrae algunos metros de la línea de edificación y cuenta con 250 estacionamientos, de los cuales 49 serán públicos, que aliviarán la presión sobre las calles perimetrales.
“Es una de nuestras obras más imponentes, complejas y con mayor inversión”, subrayó el empresario, quien recordó que “desde hace casi tres años que hemos venido diseñando y planificando la construcción de este icónico edificio junto a la oficina de arquitectura Belmar y Game Arquitectos”.
El gerente general de Alcorp comentó que originalmente el proyecto sería principalmente habitacional, sin embargo, detectó la demanda insatisfecha por oficinas en el corazón de la ciudad, una demanda que sigue creciendo al ritmo del dinamismo que experimenta la capital regional. Y su olfato no se equivocó, a la luz del 80% de ocupación que califica como un éxito en el actual contexto económico. “No es un misterio que el rubro de oficinas ha sido uno de los más golpeados por la pandemia”, argumentó.
Crisis
“No cabe duda de que fue una decisión difícil partir con el proyecto. Todos sabemos el contexto en el que estábamos y pocas empresas se atrevieron a emprender en plena pandemia, de hecho, muchas obras quedaron solo en proyectos e incluso, algunas que partieron quedaron ‘stand by’ y otras simplemente no lograron continuar. A la fecha, desafortunadamente, a nivel nacional ya van 285 quiebras de constructoras chicas, medianas y grandes. Sin embargo, nosotros decidimos seguir adelante a pesar de los obstáculos, tanto de escasez de mano de obra y materiales, mayores costos y mayores restricciones crediticias con costos de financiamiento más altos”, expuso.
Admitió que aquellas dificultades significaron un retraso de seis meses del proyecto y un aumento de los costos sobre el 20% del presupuesto inicial.
Larenas reconoció también que el ritmo de actividad de la empresa ha decrecido notoriamente en los últimos tres años. Admitió que se ha vuelto más complejo desarrollar proyectos de infraestructura pública, por la demora en los pagos del MOP, por ejemplo. Por ello, no están participando en licitaciones públicas y se han concentrado en desarrollar proyectos inmobiliarios, por lo que el número de trabajadores bajó de 600, cuando estaban en cinco o seis proyectos simultáneos, a 80-100 personas, con un solo proyecto a la vez.
Pero más allá de la coyuntura, la constructora ya tiene en carpeta su próximo proyecto de edificios de departamentos en avenida Francia, en un terreno de 6.500 m2, frente a Inacap; y evalúa opciones de inversión en un espacio de 1.400 m2 en Bulnes esquina Vega de Saldías. Paralelamente, estudia ejecutar proyectos para terceros.
