Once alcaldes de Ñuble, en representación de las comunas de El Carmen, Quirihue, San Ignacio, Ninhue, Portezuelo, Cobquecura, Pinto, Pemuco, Chillán Viejo, Bulnes y Yungay, enviaron un ordinario al ministro de Educación, Raúl Figueroa, con el objetivo de solicitar más recursos, o en su defecto, flexibilizar el uso de las subvenciones -lo que requiere una ley corta patrocinada por el Ejecutivo-, para poder enfrentar el regreso a clases gradual anunciado por el gobierno.
Según expresaron los jefes comunales, los municipios elaboraron un plan de trabajo para el retorno a clases presenciales, tomando en consideración las medidas y sugerencias dadas por el Consejo Asesor Covid-19 y por el Ministerio de Salud.
En dicho documento se exponen sugerencias que, según los municipios mencionados, son muy convenientes y necesarias para resguardar la salud e integridad de la comunidad educativa completa, pero que en la práctica, son insostenibles e imposibles de implementar, ya que los municipios carecen de los recursos necesarios para la adquisición de insumos tales como mascarillas y guantes desechables, alcohol gel y dispensadores, termómetros infrarrojos, implementos de aseo en cantidades superiores a un año normal; o para contratar personal especializado para sanitización de los establecimientos o pagar horas docentes por división de la jornada escolar, entre otras medidas.
Todo esto, sin considerar sugerencias que resultan prácticamente imposibles de implementar, como la división de cursos numerosos, ya que los establecimientos no cuentan con infraestructura necesaria para la duplicidad de cursos; o el establecimiento de horarios diferidos de entrada y salida de los cursos, ya que ello significa aumentar los viajes de traslado del transporte escolar.
Por ello, los alcaldes sostuvieron en el ordinario enviado al ministro Figueroa, que “Es imperioso conocer a la brevedad si se considerará una asignación especial por la pandemia Covid-19 para los establecimientos educacionales que reciben subvención del Estado, para dar así respuesta a las necesidades de protección y resguardo de la integridad de todos quienes conforman las comunidades educativas”.
$5 millones en mascarillas
La Subvención Escolar Preferencial (SEP) y el Fondo de Apoyo a la Educación Pública (FAEP) se deben utilizar para fines específicos, según la ley, pero existen precedentes, como el terremoto de 2010, en que se permitió redestinar los recursos. Eso sí, los alcaldes advierten que este año ya hubo un recorte del FAEP, que en el caso de Ñuble, significó a los municipios recibir, en promedio, $150 millones menos cada uno.
“Cuando el gobierno anunció el Plan de Retorno Gradual, acá en El Carmen nos dimos cuenta que para que eso pudiera ser, debían darse muchas condiciones que no estaban. Por ello, invitamos a municipios parecidos al nuestro, rurales, a solicitar en conjunto apoyo que en este momento no tenemos, como por ejemplo, recursos para mascarillas, alcohol gel, nuevas contrataciones, etc. Si el gobierno quiere que volvamos a clases, debe proveer los recursos. Nosotros hicimos un cálculo en nuestra comuna que necesitaríamos alrededor de $5 millones semanales para poder comprar mascarillas”, sostuvo el alcalde de El Carmen, José San Martín, quien lideró el requerimiento ante el Mineduc.
En la misma línea, el alcalde de Chillán Viejo, Felipe Aylwin, manifestó que solicitaron al Ministerio de Educación una suplementación económica a las municipalidades, “Para que nosotros podamos implementar las medidas que ellos están sugiriendo en el retorno a clases, que ya hemos dicho, nos parece apresurado. En el caso de Chillán Viejo, no contamos con el espacio suficiente para tener a 20 niños por sala. En los últimos años, en muchas oportunidades, ni siquiera se nos han evaluado los proyectos de ampliación que hemos presentado para los establecimientos educacionales, entonces difícilmente contamos con una adecuada cantidad de espacios”.
El jefe comunal agregó que tampoco cuentan con los recursos necesarios para comprar mascarillas, alcohol gel, pagar horas docentes adicionales, ni tampoco transportes escolares extra para resguardar que los niños no vayan tan juntos dentro de estos vehículos.
“Entonces, le pedimos al ministerio que tome conciencia de los problemas que tienen las municipalidades, sobre todo aquellas que tienen menos recursos y que van a tener que volver a una rutina que no garantiza la protección de nuestros niños y niñas. Es imposible, además, querer pretender que los niños no se comporten como tal y hagan caso al pie de la letra a instrucciones que para ellos claramente van a ser ilógicas. Ellos se abrazan naturalmente, comparten sus alimentos, y eso es parte de la naturaleza de los niños”, aseveró.
