Una denuncia por una supuesta intervención irregular en el río viejo del Perquilauquén, límite jurisdiccional entre la Región del Maule y Ñuble, realizó un dirigente vecinal del sector Pencahue, perteneciente a Parral.
Sebastián Lemus es presidente de la Comunidad Manantiales de Pencahue, ubicada en el sector Las Tomas de San Gregorio, donde según reclama se efectuarían intervenciones a favor de regantes del Digua con apoyo de maquinaria municipal, lo que generan inconvenientes para su localidad.
“Los regantes del Digua tiene derechos de agua de servidumbre de los que vienen del río Perquilauquén grande, ellos vienen con su canal, pero justo en esa parte que se llaman Las Tomas, por donde viene ríos de más arriba, no está canalizado. Ellos lo que hicieron esa dejarlo abierto, para sacar agua del otro lado, hicieron una estructura metálica, que hace que el río llegue hasta ahí y no avance. La municipalidad presta todos los años la maquinaria a los regantes del Digua quienes hacen estas “piscinas” en el río”, detalló.
Los reclamos expuestos fueron respondidos por el alcalde Manuel Pino, quien aclaró que en ningún caso la municipalidad hace intervenciones ilegales, asegurando que el tema de fondo, que afecta a la localidad de Pencahue, es la necesidad de un puente y que esa localidad pertenezca a Ñiquén.
“A veces la gente que riega cuando hace sus tomas, solicitan maquinas porque la mayoría son adultos mayores y ellos no pueden hacer las tomas durante el mes de septiembre u octubre. En temporada de riego la gente hace su toma en río para desviar el agua hacia su canal, pero en el invierno la gente tiene que desarmar esa bocatoma para que el río fluya como corresponde. Generalmente, la gente por sus ancestros han tenido este tema, lo hacen de esta manera, pero ya como son adultos mayores les cuesta desarmar”, explicó.
El dirigente vecinal señaló que las desviaciones generan trastornos durante el invierno en el sector de Las Tomas.
“Nos afecta, porque el río original que viene desde arriba no tiene tanto caudal, pero con estas bocatomas se forman como “piscinas” gigantescas, entonces, mucha gente transita por este río. Nosotros para llegar a nuestras casas, el furgón pasa por el río, pero en este tiempo cuando hacen las bocatomas lamentablemente en invierno el furgón no puede pasar”, detalló.
En ese punto, el jefe comunal de Ñiquén indicó que la necesidad una eventual obra en ese lugar solucionaría el problema.
“Para ellos el problema no es el tema del agua, si no la ausencia de un puente. Como históricamente han hecho una toma para regar, eso inunda por donde ellos pasan con sus vehículos. En realidad, ellos tienen otro paso, por otro lado y no quieren dar la vuelta más larga. Ellos quisieran pertenecen a Ñuble, porque se sienten abandonados por la séptima región, pero nosotros no podemos intervenir”, explicó.
La Discusión se contactó con la Seremi de Obras Públicas, desde donde se comprometieron a emitir algún pronunciamiento en el trascurso de la tarde.
Foto: Sebastián Lemus