Una treintena de personas entre productores cereceros de la región, académicos y autoridades locales, participaron en el taller denominado “Cerezas de Ñuble: Desafíos y Oportunidades”.
El objetivo fue debatir y analizar acerca de los principales desafíos y oportunidades que enfrenta este rubro en la región, abordando aspectos económicos, territoriales y de demandas de investigación y de transferencia tecnológica.
En este sentido el académico y director del Departamento de Producción Vegetal, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dr. Richard Bastías, destacó la importancia de la iniciativa, que se desarrolló en el marco de la Escuela de Verano 2023 de la UdeC, la que pone énfasis en la vinculación con el medio, “y en este caso con el sector productivo, específicamente con los cereceros de la región de Ñuble, por lo tanto es relevante esta jornada porque estamos generando un acercamiento entre la academia y este rubro, que es muy importante para la región, ya que representa cerca el 15% de la fruticultura regional, entonces hay una relevancia económica, pero por sobre todo, implica un acercamiento pensando en el trabajo colaborativo para ir resolviendo las demandas que ellos nos puedan manifestar en torno a investigación, transferencia tecnológica u otros aspectos”, explicó el Dr. Richard Bastías.
Temáticas del sector
La jornada comprendió la realización de la charla ofrecida por el Seremi de Economía de la región de Ñuble, Erick Solo de Zaldívar, quien se refirió a la situación de la cereza en la economía de la Región.
“Como Gobierno nos hemos puesto el desafío de discutir en torno al nuevo modelo de desarrollo productivo, en ese sentido es fundamental poder identificar los diferentes sectores productivos que justamente mueven la economía de la región, y el sector de agricultura es uno de los fundamentales que tienen un porcentaje importante para el PIB dentro de la economía regional y si uno desglosa, uno de los frutos que más destaca es el rubro cerecero”, explicó el seremi, quien agregó que uno de los aspectos a abordar se relaciona con el packing.
“Hemos estado trabajando en conjunto con el Gobierno Regional para poder promover instrumentos que puedan fortalecer la industria de la cereza y la industria de los frutos en la Región de Ñuble. Uno de los desafíos justamente en la instalación de más packing para que puedan procesar en mayores volúmenes acá en la región y los otros desafíos están en el tema logístico, y ya estamos trabajando en una mesa con Pro Chile en donde se pueda visualizar, por ejemplo, que un cherry express pueda pasar por la Región de Biobío y así descongestionar el puerto de San Antonio y Valparaíso, y que tengamos la oportunidad de que nuestros cereceros puedan través del Biobío, exportar su producto”.
Desafíos productivos
El taller también comprendió la realización de la charla, “Situación y desafíos productivos de la cereza en la Región de Ñuble”, que ofreció el Dr. Richard Bastías, quien abordó el tema desde el punto de vista regional, nacional e internacional.
“El primer desafío es que a nivel regional tenemos que trabajar fuerte para asegurar altos estándares de calidad de fruta desde el árbol a la mesa, en este caso de la cereza, y si bien es cierto que tiene una buena aceptación en los mercados, todavía nos falta entender y aprender cómo a través de los manejos de huerto podemos asegurar una calidad de fruta con los estándares de calidad exigidos por el consumidor y los mercados”, explicó el académico quien además destacó otros desafíos.
“La mano de obra es una problemática sobre todo para este rubro. Hay que pensar que el 60 y hasta el 65% del costo de producción de cerezas es mano de obra. Además, ya estamos en una situación de escasez de mano de obra, por lo tanto, hay que avanzar en nuevos diseños de huertos más eficientes y amigables con las personas que trabajan en las labores de campo, y con la capacidad de automatizar ciertas labores. Y un tercer desafío se relaciona con el cambio climático y no solamente con mitigar las causas, sino que cómo nosotros contribuimos a disminuir los efectos de estos sistemas productivos en términos de huella hídrica y emisiones de CO2)”, precisó el Dr. Richard Bastías.
Otro de los desafíos expuesto por el académico se relaciona con la necesidad de diversificar los mercados para tener mayor competitividad y del punto de vista de la identidad de la genética y del territorio. “Actualmente sobre el 90% de la cereza exportada se concentra en el mercado de China y mayormente en tres o cuatro variedades, entonces debemos considerar otras alternativas de mercados (Latinoamérica, Estados Unidos, etc. e incluso el nacional) y con identidad de origen, como la Corazón de Paloma de Quillón, por ejemplo, y que es una línea de trabajo que ya estamos abordando como Facultad”.