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Un grupo de agricultores que están ubicados en un fértil valle de El Huape, limitado por el río Ñuble y el estero El Burro, al oeste de Chillán, temen que el territorio sea inundado y termine irremediablemente perdido por un megaproyecto de retiro de áridos que está en evaluación desde hace unos dos años en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) del Biobío.
Se trata de una productiva zona que fue conformada a través de los siglos por los desbordes del caudaloso afluente que le da nombre a la región, el cual ha ido depositando con cada crecida, nutrientes que han facilitado el desarrollo de una serie de cultivos.
En la actualidad se pueden ver en el lugar arándanos, cerezas, peras asiáticas, alfalfa y otros productos, que de ser ciertos los temores de los agricultores, podrían desaparecer en el futuro si fuera aprobado el plan que busca retirar miles de toneladas de áridos desde la ribera sur del Ñuble.
El río, que en el pasado fue muy caudaloso, depositó enormes cantidades de áridos que están acumulados bajo capas de tierra que justamente ocupan los agricultores para desarrollar sus actividades.
El valor de esa suerte de tesoro encubierto despertó el interés de la Empresa Arenex, quien en terrenos de la empresa viñatera Miguel Torres, inicialmente orientadas a la producción de vinos, generaría una industria de retiro de áridos a partir de un socavón de 109 hectáreas, por 10 metros de profundidad, reclama el agricultor de la zona Luis Mardones.
Se trata, menciona el productor, de un plan que de ser aprobado por las autoridades estatales significará “el fin de la agricultura en el sector”, pues generará un megaembalse que al sumarse a las crecidas del río Ñuble, que se suceden regularmente, anegaría vastos territorios de frutales y cultivos.
El proyecto se encuentra en la actualidad paralizado, pues la empresa a cargo de los estudios ingresó una solicitud para que se aplazara su análisis con la finalidad de estudiar y dar respuestas a las numerosas observaciones de entidades públicas y vecinos, realizadas en el marco del proceso de evaluación ambiental.
Luis Mardones planteó que en el lugar las empresas de áridos y Miguel Torres pretenden “hacer un mega proyecto que consiste en un forado de 109 hectáreas, para extraer áridos, dejando desolación y una laguna pestilente que contaminará los frutales de todo el Valle de Huape, cambiando el curso de río Ñuble arrasando con todo el valle, matando toda la flora y fauna del sector”.
Mardones agregó que “las consecuencias sociales que tendría la contaminación de los frutales aledaños sería que más de 200 personas y sus familias quedarían sin su fuente laboral”.
Remarcó que la empresa califica los terrenos como de clase 8, o prácticamente inabordables para la agricultura, pero se el caso que cuando el sector fue propiedad de la familia Rabié, se promovió el riego a través de la CNR, entidad estatal que entregó millonarios recursos para un Pivote Central, que aún está emplazado en el centro del terreno, alrededor del cual pastan cientos de vacunos.
Proyecto
El proyecto ingresado por la empresa Arenex S.A. Nº 623 en Concepción, el 22 de noviembre de 2017, considera una ampliación de la zona extractiva, “cuyo volumen de extracción total llegará aproximadamente a los 3.500.000 m3, considerándose cerca de 2.600.000 m3 útiles y aproximadamente 900.000 m3 de escarpe, en un total de cinco cuñas de extracción y dos pozos lastreros, de un total de aproximadamente 109 has.”.
La propuesta tendría una vida útil de ocho años, según el titular, “por lo que se establece un volumen útil de extracción mensual promedio aproximado de 27.000 m3. Sin embargo, la vida útil del proyecto podría modificarse en función del comportamiento del mercado vinculado con el rubro y de los permisos de factibilidad de extracción otorgados por la DOH y las autorizaciones de la Municipalidad, pudiendo reducirse los volúmenes extraídos mensualmente, aumentando la vida útil del proyecto”.
Según la empresa, el objetivo principal del proyecto es dar continuidad operativa a la planta de extracción y procesamiento de áridos del proyecto “Ampliación Extracción Mecanizada de Áridos Río Ñuble en Confluencia con ríos Chillán y Changaral”, mediante el traslado de los equipos y maquinarias de la planta de áridos desde el sector ya evaluado ambientalmente, con RCA Nº009/2012, hacia un nuevo sector, para realizar la actividad de extracción de áridos en nuevas cuñas, aumentando con esto la extensión del proyecto y la duración de esta actividad, desde pozos lastreros y cauce del río Ñuble, localizados en el Fundo San Francisco, sector El Huape, en la comuna de Chillán.
Este proyecto, destaca la firma en su presentación al proceso de evaluación ambiental, “busca satisfacer la demanda de áridos para el desarrollo de la construcción de obras que mejoren la conectividad y calidad de vida a nivel comunal, provincial y regional por medio de una explotación sostenible del recurso para así ser un aporte al desarrollo sustentable del país”.
Pese a la declaración de intenciones, los vecinos aseguran que el plan es insostenible desde el punto de vista agrícola, ecológico y social, lo que se expresa en las numerosas observaciones generadas desde los servicios públicos desde que esta iniciativa fuera ingresada al SEA.
Los vecinos, que ayer protestaron con carteles contra el proyecto cortando la carretera, plantearon que si se aprueba el proyecto, “quedará un hoyo de 110 hectáreas de 10 metros de profundidad que cambiará la fisonomía del lugar, haciendo imposible el desarrollo agrícola como se ha visto hasta la fecha, donde se ha generado una actividad volcada a la exportación de frutos hacia otras naciones del orbe”.