El año 2019 fue para los promotores del embalse Zapallar “de dulce y de agraz”, según manifestó el agricultor Luis Bocaz, presidente del comité pro embalse Zapallar en San Ignacio.
“De dulce, porque finalmente se ingresó al SEA el estudio de impacto ambiental del embalse, y de agraz, porque se retiró. Estábamos avanzando, pero dado que el estudio tenía muchas observaciones, la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) optó por retirarlo del Servicio de Evaluación Ambiental y contrató a una nueva consultora para que haga un estudio un poquito más acabado para que no tenga problemas”.
Como se recordará, tras una larga espera y con nueve meses de retraso, el 9 de septiembre la DOH ingresó al SEA el estudio del embalse , obra complementaria del canal Laja-Diguillín, que permitirá regar 10 mil nuevas hectáreas en San Ignacio y El Carmen, y que representará una inversión total de US$212,5 millones.
Sin embargo, el 21 de noviembre, el organismo resolvió desistir de la tramitación del EIA luego que 15 servicios públicos presentaran observaciones: DGA, Conaf, Conadi, el Gobierno Regional, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Sernageomin, Sernatur, el SAG, la Municipalidad de El Carmen y las seremías de Medio Ambiente, Bienes Nacionales, Salud, Transporte, Vivienda y Agricultura.
El dirigente sostuvo, además, que a diferencia del estudio anterior, que abarcaba solo la obra principal del embalse, el nuevo estudio incluirá los canales que se deben construir para llevar el agua del embalse. “Con la anterior consultora se había decidido someter el proyecto a evaluación ambiental en dos etapas”, acotó.
Bocaz recordó que como comité, junto al alcalde de San Ignacio, Osiel Soto, y a la Junta de V i gilancia del río Diguillín (JVRD), le enviaron en diciembre una carta al ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, solicitando información sobre el estado del proyecto y pidiendo que se aceleren las gestiones para contratar a una nueva consultora, pero añadió que aún no reciben respuesta.
Indicó que además, “para dar una señal de que avanzamos, le pedimos que comiencen las expropiaciones”.
Impacto positivo
El productor subrayó que en San Ignacio el embalse no solo le cambiará la cara a la agricultura, sino que contribuirá a dinamizar la economía de toda la comuna, una de las más pobres de la región.
Benefiará a 912 agricultores de la zona norte de San Ignacio que totalizan 3.500 hectáreas que hoy no cuentan con riego y que producen principalmente trigo, avena y carbón de aromo, así como la crianza de chivos y ovejas y las plantaciones forestales. Según Bocaz, el agua les permitirá contar con cultivos más rentables, como remolacha, frutales y hortalizas, de hecho, “hay gente que tiene bosque y quiere sacarlos para invertir en frutales”.
Por otro lado, también beneficiará a otros 900 agricultores del sector sur de San Ignacio que ya tienen riego del Laja-Diguillín y que podrán contar con cerca de un 30% más de agua.
El embalse estará ubicado sobre la angostura del valle del río Diguillín denominada Zapallar, 12 kilómetros aguas abajo de la confluencia con el río Renegado, en las comunas de Pinto y El Carmen.
Según el EIA, la capacidad del embalse proyectado será de 80 millones de metros cúbicos, el cual inundará 325 hectáreas y se tendrán que expropiar 489 hectáreas.
Postergación
Una de las mayores preocupaciones de los agricultores es que este tropiezo va a significar un retraso de al menos un año en la ejecución del proyecto, aunque según expresó Bocaz, aún albergan la esperanza de que el retraso sea menor y el EIA se pueda ingresar este año “y ojalá se cumpla el plazo de comenzar la construcción del embalse en 2022”.
Consultado sobre el nuevo estudio, el seremi de Obras Públicas, Cristóbal Jardúa, confirmó que “efectivamente la DOH ya adjudicó a la empresa que retomará los estudios para reingresar la iniciativa al SEA, de tal manera que se cumplan los plazos establecidos por el Presidente Sebastián Piñera”.
El seremi reafirmó que “el objetivo del Ministerio siempre ha sido avanzar con este proyecto lo más rápido posible, somos los primeros en estar dispuestos a sacar adelante el embalse Zapallar porque entendemos la urgencia que existe en torno al tema hídrico no s o l o en nuestra zona, sino que en todo el país. Ahora ya está una consultora trabajando en el estudio para complementar la iniciativa y que esta se reingrese al SEA, de tal manera que continuemos trabajando por este proyecto tan anhelado en nuestra región”.
