Agresión a profesora en Trehuaco abre el debate sobre la seguridad de docentes en el aula

Impacto nacional causó la agresión de un adolescente de 14 años en contra de una profesora en el Liceo Bicentenario de Excelencia de Trehuaco. La mañana del lunes, en plena clase, el menor tomó una escoba y golpeó a la docente, generándole heridas de gravedad que la mantienen en la UCI de la Clínica del Sur en Concepción.
El caso ya está siendo investigando, tanto por la Fiscalía Regional, como por la Superintendencia de Educación y el propio establecimiento, para determinar las causas y el comportamiento del menor, quien tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA). Así lo confirmaron sus padres, quienes mencionaron que el colegio estaba al tanto y que habían solicitado reuniones para informarles de la situación.
Pero el hecho abrió nuevamente el debate de qué tan seguros son las aulas para los propios profesores, quienes deben enfrentar casos similares en diferentes colegios. Sin ir más lejos, hace menos de 5 meses se registró una situación similar en el Colegio Alturas, de la ciudad de Chillán, cuando un alumno agredió con golpes a una docente.
El diputado por Ñuble, Frank Sauerbaum, indicó que esta agresión “demuestra la fragilidad a la que están expuestos nuestros docentes”.
“Lo ocurrido en la comuna de Trehuaco es un episodio muy lamentable ya que muestra el riesgo a que están expuestos muchos trabajadores de la educación”, añade el parlamentario.
“Los Programas de Inclusión Escolar otorgan algunos recursos a los establecimientos para que estos reciban a estudiantes con diagnósticos complejos, como el Autismo, pero lamentablemente no son suficientes para abordar bien los requerimientos de los estudiantes en situaciones de salud especial, lo que muestra por qué se produjo este hecho. Los colegios carecen de profesionales especializados o de guardias de seguridad, por ejemplo”, indica.
Junto con ello, solicitó dar urgencia al proyecto de “Convivencia, Buen trato y Bienestar en las Comunidades Educativas.
“Lleva un año de discusión en el senado. Además, oficiaré a la autoridad en educación para que la subvención por inclusión se haga cargo de estos requerimientos y resguarde la seguridad de los funcionarios de la educación, además, para que se aclare si el adolescente agresor puede o no ser imputado por lesiones agravadas tal como lo prevé el artículo 401 BIS del Código Penal”.