En junio pasado, el Imacec sorprendió con un alza de 20,1% y al igual que en abril y mayo, el sector comercio, junto a servicios, han sido los que más inciden en el crecimiento mensual del país. A nivel regional, algunos indicadores, como las ventas de supermercados y las ventas de vehículos nuevos han mostrado alzas extraordinarias, que confirman el aumento del consumo y el buen momento que vive la economía regional, sin embargo, también existe coincidencia en que la baja base de comparación que representan los datos del año pasado, el desconfinamiento y los estímulos monetarios, como el retiro de los fondos de AFP y los bonos estatales, son variables transitorias que no se mantendrán en el mediano plazo.
Otros sectores, como el agrícola y el forestal, también exhiben números positivos, gracias a la mayor demanda internacional y los mejores precios, pero sus dirigentes también reconocen sus aprensiones respecto al futuro frente a distintas amenazas, como la escasez de mano de obra, la crisis hídrica y la disponibilidad de materia prima.
Al respecto, el director del CER Regional, Renato Segura, explicó que “como consecuencia de una baja sostenida en los índices de contagio y el aumento del ingreso en los hogares (IFE + retiros de AFP), estamos observando una fuerte expansión en la actividad económica. Los buenos resultados en el control de la pandemia generan un fuerte impulso al comercio exterior, lo que sin duda tendrá un fuerte impacto en las exportaciones regionales tanto en la industria forestal (mejores precios en la celulosa y mayor demanda de madera) como en el sector agroalimentario. La normalización del comercio y la apertura de los centros turísticos también han sido un factor de reactivación importante de la actividad económica local.
El investigador agregó que “los meses venideros son especialmente fuertes en materia de aumento en el consumo interno, por lo cual las perspectivas de la actividad económica son muy buenas hacia fin de año”.
Segura también indicó que “el aumento de la participación laboral es señal que el mercado laboral está evidenciando esta realidad, lo que puede implicar presiones salariales al alza (buena noticia para estimular una mayor participación en la fuerza de trabajo)”.
“Empero -continuó-, las buenas señales de recuperación para lo que resta del 2021 (manteniendo las favorables condiciones sanitarias), no lo serán tanto para el año 2022”.
El economista planteó que “la extensión del IFE y el posible retiro del 10% puede generar un impacto negativo en los precios. Ya se ha observado que el aumento del ingreso en los hogares ha generado quiebre en los stocks de diversos productos. Si esta presión de los ingresos se mantiene, puede tener implicancia en presiones inflacionarias, las cuales ya se han comenzado a sentir con el aumento del precio del petróleo y sus derivados. El Banco Central ya ha señalado la necesidad de que el crecimiento de la actividad económica se modere durante el año 2022. Esto implica retirar estímulos monetarios y también una fuerte presión para retirar estímulos fiscales. Este recorte en los estímulos implica una caída del ingreso de los hogares, lo que sin duda tendrá efectos en la actividad económica, el mercado laboral, pero sobre todo, en la dimensión social”.
En ese sentido, anticipó que “el aumento de los costos debido a la escasez hídrica, el mayor precio de los insumos y el mayor costo de la mano de obra, tendrán un fuerte impacto negativo en la agricultura de menor escala. Esto es una mala noticia para comenzar el año 2022, sobre todo, en Ñuble, al ser una región eminentemente agrícola”.
Comercio
Alejandro Lama, presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, destacó que “el comercio ha sido el motor de la economía en los últimos meses, producto de la mayor liquidez, dado los retiros de fondos de pensiones y potentes ayudas fiscales, el avance del proceso de vacunación y el levantamiento de las cuarentenas, junto a la baja base de comparación”.
Explicó que “en la región, el comercio minorista ha seguido esta dinámica, con fuertes incrementos en las ventas durante el segundo trimestre de este año, pero hay que entender que esto se debe principalmente a la baja base de comparación, ya que justamente en el segundo trimestre del año pasado el comercio presencial fue cuando más golpeado se vio, con bajas que bordearon el 40%”.
En ese sentido, Lama sostuvo que “el gran desafío ahora es recuperar el empleo, formal y de calidad, la región aún tiene 40 mil ocupados menos que antes de empezar la pandemia y la tasa de desempleo alcanza el 10,4%, por sobre el desempleo nacional. Hoy estamos viviendo un boom del comercio, pero son más bien variables transitorias las que lo sustentan, por esto la importancia de enfocarnos en los planes de reactivación del empleo, que activen tanto la demanda como la oferta laboral”.
Turismo
En el sector turismo existe bastante optimismo a partir del proceso de desconfinamiento y la reactivación de la actividad registrada en los últimos meses, de hecho, en el Valle Las Trancas, pese a la escasez de nieve, en las vacaciones de invierno se registró la tasa de ocupación (94,8%) más alta del país.
Según la Encuesta Mensual de Alojamiento Turístico, en junio de 2021 se consignó un aumento de 1.872% en las pernoctaciones en los establecimientos de la región, en comparación con el mismo mes del año 2020.
José Saavedra, presidente de la Cámara de Turismo de Las Trancas y presidente del Consejo Público-Privado de Turismo de la Región de Ñuble, expresó que “notamos buenas perspectivas para todo el turismo de la región; con los indicadores que hay ahora, pienso que vamos a tener un muy buen verano, pero también muy buenos flujos durante los próximos meses, particularmente los fines de semana. En el caso de Las Trancas, hay muchas reservas para Fiestas Patrias, en algunos establecimientos ya no tienen disponibilidad”.
“Va a ser un buen resto de año, porque hay mucha necesidad de salir, hay gente que no pudo hacerlo en vacaciones de invierno, y hay que considerar que después de Fiestas Patrias empieza la temporada baja de tarifas, y eso siempre asegura un flujo importante”, explicó el dirigente.
“Venimos de estar encerrados casi dos años con esta pandemia, así es que hay una gran necesidad de salir, de estar en contacto con la naturaleza, y para eso, nuestra región es ideal, que tiene bellezas naturales muy importantes”, argumentó Saavedra, quien acotó que el turismo es un sector muy sensible a las crisis económicas, y recordó que la caída comenzó con el estallido social.
Agricultura
En el agro, pese a la expansión de las inversiones en frutales y al aumento sostenido de las exportaciones agrícolas de la región (crecieron 60,2% en enero-julio), así como los buenos precios que anotaron los granos este año, las perspectivas no son auspiciosas en el contexto de “hipersequía” y la escasez de trabajadores.
Carlos González, presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, sostuvo que “si bien las expectativas en cuanto a la actividad económica son positivas y esto pudiera tender a recuperar los niveles de producción anteriores, este año será particularmente difícil para la agricultura de Ñuble. Desde hace años hay un prolongado déficit en las precipitaciones y este 2021 hemos visto como las reservas de nieve se encuentran en niveles históricamente bajas”.
El dirigente argumentó que “la cordillera es un embalse natural, que en primavera y verano abastece de agua a los ríos y con ellos los canales que sirven para el riego y producir alimentos. En nuestra realidad actual, esta situación será crítica en primavera y verano. Durante el año, no ha habido lluvias importantes que considerar y seguramente este año habrá una menor producción agropecuaria. Mientras tanto, las obras públicas permanentes como los embalses y que podrían ayudar a mitigar estos efectos, siguen esperando y no se concretan”.
“Otro peligro que me hace ser poco optimista -añadió González- es la situación de la mano de obra. Hay escasez de trabajadores que quieran tener trabajo permanente o de temporada y más difícil aún es que quieran tener contrato. De seguir así, muchas frutas y hortalizas no se podrán cosechar ni comercializar en los mercados nacionales ni menos exportar”.
Reconoció que “aunque los precios internacionales de los granos están al alza, también lo están los insumos, como los fertilizantes, lo que también limita las inversiones y la actividad productiva”.
“Debemos retomar y urgir el pronto inicio de la construcción de obras mayores de riego en Punilla y también en otros sectores como Zapallar y Esperanza, pero también necesitamos estimular el empleo y tener mayor flexibilidad laboral, que permita atraer personas al mundo laboral y no ahuyentarlas”, concluyó el timonel del agro.
Construcción
El presidente del Comité de Vivienda e Inmobiliario de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Chillán, Ricardo Salman, analizó que “de acuerdo a las cifras que arroja el Imacec podemos concluir que estas responden a las ayudas que se han establecido, que son de tipo transitorias y que tienen que ver con el IFE y los retiros de fondos de pensiones, eso es lo que está generando el mayor crecimiento que lo presupuestado a principios de año. Sin embargo, son medidas transitorias, por lo tanto, la inquietud que surge es ¿qué va a pasar una vez que se quiten estos estímulos?”
“En cuanto a nuestro sector, los mecanismos de reajustes que entregó en julio el gobierno permitieron mitigar y amortiguar en parte los sobrecostos de todas las variables que implica el rubro de la construcción, permitiendo que puedan iniciar obras algunos proyectos, pero no resuelve el problema de todo el sector, ya que con un 21% de sobrecostos las empresas terminan ejecutando a pérdida, por lo tanto, es posible que a pesar de estas ayudas no todas las iniciativas comiencen sus faenas”, expuso.
“En otro ángulo -continuó Salman-, ha habido una baja importante en relación a las quiebras que hubo el año pasado, eso se puede explicar por las ayudas que el gobierno ha otorgado a las empresas, lo que permitió un respiro en medio de esta crisis sanitaria. Sin embargo, en Ñuble hemos tenido una baja importante en los permisos de edificación y en el número de metros cuadrados aprobados, lo que indica, a mediano plazo, un escenario no muy auspicioso”.
El dirigente de la CChC argumentó que “durante junio hubo una importante disminución en relación al mes anterior, el cual es equivalente a 9.380m2 menos, explicado por la ausencia de proyectos colectivos de vivienda. En comparación con el mismo mes del año 2020, podemos indicar que mayo de 2021 muestra también una fuerte disminución de metros cuadrados autorizados, equivalente a 13.548 m2 menos que hace un año”.
Forestal
El sector forestal en la región de Ñuble está fuertemente orientado a la exportación. Entre enero y julio de este año, los envíos sumaron US$600 millones, lo que representó un aumento de 67,6% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Y si bien a las grandes empresas les ha ido bien, de la mano del aumento de la demanda internacional y los mejores precios, para las pymes madereras persisten algunas amenazas.
Michel Esquerré, presidente de Pymemad A.G., indicó que “la presión de precios del mercado nacional ha bajado un poco, pero se ven buenas proyecciones para este año. La pregunta que se hace uno para el futuro es ¿qué tan recalentada está la economía? Se recalentó con la cantidad de dinero que hay en el mercado, entonces, ahí surgen algunas luces de duda respecto al próximo año, en que el Estado va a estar más endeudado, con hartas presiones fiscales, entonces, uno se pregunta qué tanta sostenibilidad tiene este crecimiento, aparte que tenemos presiones inflacionarias”.
“El sector maderero tiene buenas proyecciones, porque es sustentable, y es vital para la economía nacional”, enfatizó.
Consultado por lo que resta de año, apuntó al “precio del dólar, el precio de la compra en el mercado internacional, la presión por demanda se ha mantenido, también hay presión por el proyecto Mapa; el sector está líquido, es un sector bullante, aunque tiene amenazas potentes”.
Detalló que para las empresas madereras exportadoras el factor dólar será determinante, al tiempo que reconoció una importante alza en los costos, particularmente de la materia prima. “Ahí tenemos una amenaza importante, que es la disponibilidad de bosque, porque el 80% está en manos de las dos grandes compañías”, concluyó.