Share This Article
Tal como pasó en el centro de Chillán, el fenómeno del comercio ambulante ilegal que comenzó a crecer en frecuencia y cantidad, al punto que la Municipalidad y Carabineros debieron coordinar trabajos focalizados para generar cierto control; ahora está instalado en algunos sectores periféricos de la ciudad, especialmente en el oriente, donde la situación empezó a generar tensión en el entorno.
Lo anterior se respalda, en cuanto a la existencia del problema, con una visita de fin de semana a sectores como Los Puelches, Diagonal Las Termas, Alonso de Ercilla o algunos establecimientos educacionales del camino a Las Mariposas; y en cuanto a los problemas que se están generando, basta con escuchar a vecinos y comerciantes del sector.
Graciela Cuitiño, presidenta del comité de los comerciantes del mercado Persa, quien representa a los ambulantes del sector de Diagonal Las Termas, dice: “a nosotros nos costó más de 10 años ganarnos el derecho a vender en la calle. Tras muchos problemas, pudimos conseguir permisos de la municipalidad para trabajar los fines de semana, pero desde hace como unos dos meses, han comenzado a llegar otras personas a instalarse en los lugares que están destinados a nosotros, y claro, ya ha habido algunos problemas”.
Álvaro Aqueveque, comerciante y dirigente de la agrupación Huiliche, añade que “esto parte desde la Puelchoteca ahora y llega hasta antes del sector de los colegios, pero es tanta la gente que ha llegado, que a la gente le cuesta caminar, por eso incluso se han instalado en algunos pasajes”.
Añade además: “vemos a Carabineros más preocupados de sacarlos de las inmediaciones del supermercado Acuenta que de venir a controlar lo que pasa para este lado”.
Amenazas, discusiones y hasta mayor delincuencia han sido parte de las consecuencias.
“Incluso a una señora que trabaja ahí, la asaltaron con los mismos cuchillos que ella tenía a la venta”, explicó el concejal Rodrigo Ramírez, quien expuso el problema en la pasada reunión de concejales.
Sin embargo, el edil advierte que esto “no solo es algo que estamos viendo en el sector oriente, sino que hay una expansión muy grande del comercio ambulante por otras partes de la ciudad. Se están tomando cada vez más espacios públicos y siento que no estamos atendiendo la real demanda ciudadana para erradicar esta actividad, que por lo demás, no solo la practica gente de la comuna, sino personas que vienen de otras ciudades y también extranjeros”.
Otro ejemplo lo entrega el concejal Joseph Careaga. “Los vendedores ambulantes del hospital Herminda Martín son cada vez más y si hablamos de sectores más lejanos al centro, están los consultorios como el San Ramón Nonato, donde venden remedios; y afuera de muchos colegios donde vemos desde golosinas hasta ropa y muchas otras cosas más”.
Esperando la nueva ordenanza
Otro punto en los que coinciden los concejales es en la falta de herramientas jurídicas y de facultades legales para que el municipio pueda “hacer más”.
La concejal Quenne Aitken agrega que “tampoco les podemos pedir más a Carabineros, porque si les exigimos controlar esto, estarían descuidando otras de sus funciones, entonces se trata de un tema complejo y por eso estamos trabajando en una nueva ordenanza”.
La normativa,, que entra en vigencia el 1 de enero, erradicaría de manera definitiva a quienes aún trabajan con los permisos precarios entregados en 2010 y le otorga nuevas herramientas a Inspección Municipal para avocarse en el fenómeno.
“Nosotros ya llevamos más de 100 personas citadas al juzgado e incautaciones durante el último trimestre, en las fiscalizaciones que hacemos los fines de semana en ese sector, aparte de los que se hacen a diario en el centro, operativos que también se usan para revisar de manera exhaustiva los permisos precarios existentes”, dijo la directora de Seguridad Municipal, Alejandra Martínez.
