Con un marcado énfasis en los desafíos de la Región de Ñuble frente a la prolongada megasequía y al cambio climático, particularmente desde la perspectiva agrícola y del consumo humano, se desarrolló hoy en el Teatro Municipal de Chillán el seminario “Agua y cambio climático: desafíos y oportunidades para la Región de Ñuble”.
La actividad contó con las exposiciones de Diego Rivera Salazar, académico de la Universidad de Concepción, quien abordó la “adaptación de la agricultura frente al cambio climático: una mirada desde la Región de Ñuble”; de Melanie Alexandra Wilneder, director client relationships de Carboneutral S.A., quien se refirió a la “Trazabilidad, huella hídrica y exigencias del comercio internacional”; y de Jorge Vidal, jefe del Departamento de Recursos Hídricos de Essbio, quien presentó “Estrategias de resiliencia en la Región de Ñuble ante escenarios de cambio climático”.
El seminario, que tuvo una alta convocatoria y la contó con la presencia de autoridades de Gobierno, profesionales, investigadores, regantes y vecinos en general, fue organizado por la mesa público-privada “Todo Ñuble cuida el agua”, una iniciativa de responsabilidad social empresarial que lidera Empresas La Discusión y en la que participan: la Facultad de Ingeniería Agrícola de la U. de Concepción (fiaUdeC), Essbio, las juntas de vigilancia de los ríos Ñuble, Diguillín y Chillán, la Comisión Nacional de Riego (CNR), la Dirección de Educación Municipal (DAEM) de Chillán, Frigorífico San José, Nevados de Chillán, Inacap, Curimapu, Iansa, Driscoll’s y Riego Chile.
Francisco Martinic, director de Diario La Discusión y de la mesa, destacó que la campaña “Todo Ñuble cuida el agua” cumple tres años de trabajo enfocada en generar conciencia en la ciudadanía sobre el uso eficiente del recurso, tanto a través de la difusión de contenidos en las plataformas de La Discusión como mediante acciones de divulgación y educación.
En esa línea, el periodista manifestó que si bien la contingencia ha desplazado de la agenda el tema ambiental, “en Ñuble el tema está muy presente, en particular el tema del agua, que ha sido analizado incluso en los cabildos ciudadanos que se han desarrollado en la región”.
Información es clave
Según planteó Rivera, el capital humano y el conocimiento sobre esta materia “ya está en la región”, sin embargo, advirtió que existe una deuda en materia de acceso a información climatológica e hidrológica particularmente en los sistemas de seguro agrícola, información que a su juicio, debe ser gratis, actualizada y confiable, de manera que permita a los tomadores de decisiones, como los agricultores, los bancos, las aseguradoras y el sector público, entre otros, tomar decisiones con una adecuada gestión del riesgo, ya sea en materia de riego como de inversión.
En ese sentido, subrayó que la información es clave para el diseño de sistemas de riego y también lo será cuando los proyectos agropecuarios deban someterse al Sistema de evaluación de impacto ambiental, “algo que tarde o temprano va a ocurrir”.
El investigador analizó alternativas para mejorar la eficiencia del riego intrapredial y apostó por el desafío de producir más con menos agua, bajo una lógica estratégica que debe existir a nivel territorial, que apunte a la seguridad alimentaria, la hídrica y la nutricional, esto último, respecto de la calidad de los alimentos.
“Ñuble ha hecho frente de buena manera a los efectos del cambio climático”, sostuvo Rivera, quien hizo hincapié en la necesidad de hacer una buena gestión del agua, lo que requiere incorporar capital humano avanzado en la industria, generar alianzas, mayor inversión en investigación e innovación, y contar con datos y control, de manera que “no nos quedemos con el diagnóstico, sino que también implementemos las soluciones; un mejor manejo es clave en aspectos de sustentabilidad”.
Huella hídrica
Cada vez es más valorado por los mercados internacionales del primer mundo el nivel de sustentabilidad ambiental de los productos, para lo que se han generado distintas herramientas de certificación así como indicadores que miden tanto la emisión de carbono como el uso de agua para la elaboración de distintos bienes.
En ese contexto, Melanie Wilneder, explicó que en la medición de la huella hídrica -Carboneutral se especializa en medir huella hídrica y de carbono- y no solo se considera el agua utilizada en la última etapa de producción, sino que en toda la cadena de valor, lo que obliga a poner atención en la cadena de suministro.
Y si bien reconoció que aún no es una práctica extendida, muy pronto la huella hídrica hará la diferencia entre el premio y el castigo del comprador, por ejemplo, valorizando la huella hídrica, vale decir, incorporando el factor agua en el precio final.
En ese sentido, la profesional apuntó a la importancia de conocer la huella hídrica, pues ello permite mejorar la gestión del riesgo por parte de los inversionistas.
A partir de la vocación agroexportadora de la Región de Ñuble, Wilneder apuntó al desafío de aumentar el número de empresas que están midiendo su huella hídrica. “Hay interés a nivel internacional de parte de los clientes por aquellas empresas que miden su huella hídrica”, sentenció.
Agua potable
En materia de abastecimiento de agua potable, Jorge Vidal analizó el contexto climático y de disponibilidad de agua en las localidades atendidas por Essbio, así como los desafíos y cambios que enfrenta la industria en general.
“Chile será uno de los países más afectados por el cambio climático, entonces, ¿cómo nos preparamos e incluso cómo nos sobreponemos a cosas que ya llegaron?”, expresó el ejecutivo, quien abordó el impacto que ha tenido la sequía en las operaciones de la sanitaria y el desafío permanente de Essbio de trabajar en una proyección a 30 años, lo que significa, en la práctica, buscar otras fuentes de abastecimiento de agua de cara a la menor disponibilidad que ya se está comenzando a notar, por ejemplo, a través de la adquisición de derechos de aprovechamiento de aguas.
Vidal puntualizó que Essbio, en este contexto, está desarrollando en Ñuble una estrategia de resiliencia ante el escenario de cambio climático, que considera la ejecución de una batería de proyectos que apuntan a asegurar una mayor disponibilidad del recurso. En concreto, esta iniciativa supone la inversión de más de 3 mil 900 millones de pesos, en los próximos cinco años.