Señor Director:
Si la acusación constitucional contra el ex Ministro Mañalich tuviera algún fundamento, casi todos los Ministros de Salud de América y Europa arriesgarían presidio.
Los acusadores del Ministro Mañalich tienen mala memoria. Durante los primeros días de cuarentena la legislación se veía débil frente a los irresponsables, por lo cual se presentó un proyecto de ley para endurecer las penas. Dos meses después, una nueva ley algo más estricta fue aprobada en su tercer trámite con una escasa mayoría. Esta demora excesiva para obtener solo mejoras relativas, sin duda causó más contagios y más muertes que si hubiera habido mayor sentido de urgencia nacional en los parlamentarios.
Difícil saber cuántas muertes habrían sido evitables con una mayor velocidad y menor oposición durante el proceso de aquella ley que no hicieron posible los que hoy acusan al ex Ministro de “muertes que podrían haberse evitado”.
Como siempre, el problema radica en quién acusa a los acusadores.
José Luis Hernández Vidal