Acuerdo por el desarrollo
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Para 2030 la población de Ñuble llegará a las 550 mil personas, lo que representa un enorme desafío en cuanto a cómo lograr que sus habitantes, repartidos en 21 comunas, puedan llegar a vivir en cierto grado de armonía y bienestar, conciliando aspectos tan fundamentales como el espacio, las relaciones sociales y ambientales, la operación de servicios públicos y el desarrollo de actividades productivas en manos de privados que generen empleo, sean sustentables y agreguen valor.
Se trata de una dinámica compleja y que debe ser enfrentada con una planificación que se haga cargo de proyectos de adelanto que tienen urgencia, como también de otros que no están signados por la premura, pero que son igual o más relevantes para Ñuble y sus 21 comunas.
Entre los primeros se ubican los proyectos de continuidad, lo mismo que acciones que son parte de la misión regular de los gobiernos locales, como salud, educación, seguridad pública, igual que la asistencia social y la promoción del empleo, muy relevantes por el prolongado deterioro económico local. Esas tareas están en la categoría de urgentes, y son las que acaparan la atención de la mayor parte de los gobiernos comunales que asumieron hace 20 días.
Otro tema son los proyectos de mediano y largo plazo que están llamados a hacer positivas transformaciones que cada una de las comunas de nuestra región reclaman.
Ese sería el sentido del “Acuerdo por el Desarrollo de Ñuble”, una nueva alianza entre el Gobierno Regional y los alcaldes de Ñuble que fue lanzada hace 15 días y que permitiría materializar obras y proyectos emblemáticos para el desarrollo de cada una de las comunas de la región.
Para alcanzar tal objetivo, una condición básica es presentar proyectos al Gobierno Regional para que este los evalúe y les destine los fondos requeridos. Se trata en todo caso de carteras ya existentes, con iniciativas que están en distinto nivel de avance, y por lo mismo la fecha de entrega de los proyectos se resolvió de forma muy abreviada. De hecho, a fines de enero las autoridades comunales deben presentar sus iniciativas para que reciban financiamiento del Gobierno Regional (GORE) durante los próximos cuatro años. De esta forma, en 2028, cuando se cumplan 10 años de su creación, la Región de Ñuble tendría en sus 21 comunas obras y programas que hayan impactado positivamente en el bienestar de la población. Allí se inscriben sistemas de alcantarillado, agua potable rural, seguridad ciudadana, pavimentación de caminos, centros de salud, sedes comunitarias, recintos deportivos, y hasta modernización de edificios consistoriales.
De seguro tales proyectos marcarán hitos en las respectivas comunidades y aumentará la popularidad de alcaldes y autoridades regionales. Es una consecuencia lógica de impulsar obras de adelanto que son apreciadas por la ciudadanía.
Sin embargo, cualquier esfuerzo por el desarrollo de Ñuble no debe dejar fuera el área de la economía y negocios, que es donde hay más trabajo por hacer, pues nos ubicamos por debajo del promedio país en inversiones, empleos y salarios, como consecuencia de la falta de nuevos emprendimientos, baja productividad y un reducido porcentaje de inversión en innovación y desarrollo. De esos aspectos, que son menos populares y visibles, también hay que preocuparse, y mucho.